Pepino. El pepino es una de las verduras que tiene un mayor contenido de agua, aproximadamente un 96,7% de líquido. De ahí que sea conocido por sus excelentes propiedades diuréticas y depurativas. Además, es rico en vitamina C, B6 y K, así como en minerales como el hierro.
Lechuga iceberg. Es cierto que este tipo de lechuga contiene menos fibra y es menos nutritiva que las otras variedades pero, en compensación, tiene un porcentaje de agua muy alto que ronda el 95,6% de su peso, por lo que es perfecta para mantener una buena hidratación.
Rábano. El rábano es muy popular por su peculiar sabor, entre dulce y picante, así como por su textura crujiente. Sin embargo, lo más importante es que es rico en agentes antioxidantes como la catequina. Además, tiene un 95,3% de agua, por lo que se convierte en un tubérculo excelente para mantenerse hidratado durante el verano.
Tomate. El tomate es uno de los ingredientes que no faltan en las ensaladas mediterráneas pues se trata de una verdura muy fácil de preparar y de combinar con otros platos. Sin embargo, estas no son sus únicas cualidades porque además, tiene agentes antioxidantes muy potentes que ayudan a combatir numerosas enfermedades, a la vez que aporta una cantidad de agua considerable: un 94,5%.
Pimiento verde. Los expertos afirman que el pimiento verde es igual de beneficioso que sus variedades rojas y amarillas porque es muy rico en antioxidantes; además, tiene un mayor contenido de agua, aproximadamente el 93,3% de su peso. Por eso, es recomendable incluirlo dentro de la dieta veraniega, ya sea como ensalada o como ingrediente en otros platos.
Coliflor. No os dejéis engañar por el aspecto pálido de la coliflor porque es una de las verduras que tiene más propiedades nutricionales. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Vanderbilt ha demostrado que es muy eficaz para reducir el colesterol y combatir algunas enfermedades como el cáncer de mamas. Además, es muy útil para prevenir la deshidratación porque cerca del 92,1% de su contenido es agua.
Sandía. La sandía es una de las frutas con mayor contenido de agua, pues alrededor del 91,5% de su peso es solo líquido. De hecho, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Aberdeen aseguran que comer sandía es ideal para mantenerse hidratados porque además de ser rica en agua tiene calcio, potasio y magnesio, minerales que ayudan a equilibrar el balance hídrico corporal.
Espinaca. Rica en luteína, potasio, ácido fólico, antioxidantes y abundante fibra, la espinaca es una de las verduras más consumidas. Sin embargo, lo que muchas personas no conocen es que también tiene un importante contenido de agua (91,4%), que la convierte en una de las opciones ideales para incluir en la dieta de verano.
Fresas. Todas las bayas son alimentos excelentes para mantenerse bien hidratado en los días de más calor. Las frambuesas y los arándanos, por ejemplo, tienen cerca del 85% de agua y las moras el 88,2%. Sin embargo, las que mayor contenido de líquido tienen son las fresas, con un 91% de su peso.
Pomelo. El 90,5% de esta fruta es agua, lo que la convierte en un poderoso agente diurético para combatir los problemas de sobrepeso e inflamación. También es muy rico en vitamina A y C, a la vez que contiene pequeñas cantidades de magnesio y calcio. Además, al no tener grasa en su composición, es eficaz en el tratamiento de la diabetes y el colesterol elevado.
Fuente: Qué comer y beber en verano para estar hidratados - Nutrición Saludable