Siéntate con la espalda recta, las manos apoyadas en las rodillas y cierra los ojos.
1er paso: Pon tu atención en todo lo que sucede a tu alrededor en ese momento, los sonidos que escuchas, lo olores que percibes, las sensaciones que tiene tu cuerpo, el contacto de éste con la silla, con la ropa, con el suelo.observa las emociones que aparecen, agradables o desagradables, pero sin anclarte a ellas.
2º paso: Concéntrate en tu respiración, dirígela hacia el punto de anclaje en el que tú la sientes mejor (puede ser el pecho, el abdomen, las fosas nasales, etc) y pon tu atención ahíintenta que no varíe el ritmo de tu respiración (tendemos a intensificarla) sino que siga su ritmo natural, sólo la observamos. Seguro que aunque intentes concentrarte te vienen pensamientos, no te preocupes, no te enjuicies, no significa que lo estés haciendo malsimplemente obsérvalos, déjalos pasar (¿te acuerdas de las nubes?) y vuelve a concentrarte en la respiración.
3er paso: Siente tu conciencia en el interior de tu cuerpo como una esfera transparente o de cualquier otra forma con la que te sientas cómodo. Permanece unos segundos sintiendo esa conciencia y nota cómo se va expandiendo por todo tu cuerpo y lo sobrepasa, invadiendo el entorno en el que te encuentras, alcanzando a todas las personas que están allí, en tu ciudad, en tu país y así hasta llegar a todas las personas y seres vivos del planeta, con los cuales experimentas un sentimiento de unión, ya que todos queremos ser felices. Permanece en este estado de conexión unos segundos.
Poco a poco devuelves la atención a tu cuerpo y cuando estés preparado abres los ojos.
¿Qué te ha parecido? Espero que la hayas disfrutado.
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