El síndrome premenstrual (SPM) son los cambios físicos y psíquicos que se producen antes de la menstruación y desaparecen con esta. Es un grupo de síntomas variables que se presentan antes de la menstruación en el 40 % de las mujeres, de las cuales en un 10 % de ellas se consideran agudos. Fue definido como síndrome médico por primera vez en 1931 por el doctor Robert Frank.
CAUSAS
No se ha identificado la causa exacta del síndrome premenstrual. Los cambios en los niveles de hormonas del cerebro pueden jugar un papel, pero esto no se ha demostrado. Las mujeres con síndrome premenstrual también pueden responder de manera diferente a estas hormonas.
El síndrome premenstrual puede estar relacionado con factores sociales, culturales, biológicos y psicológicos.
Hasta 3 de cada 4 mujeres experimentan síntomas del síndrome premenstrual durante sus años fértiles. Ocurre con mayor frecuencia en mujeres:
Que están entre los 27 a 29 años y los 47 a 49 años.
Que han tenido al menos un hijo.
Con antecedentes familiares o personales de depresión grave.
Con antecedentes de depresión puerperal o un trastorno afectivo del estado de ánimo.
Los síntomas con frecuencia empeoran en la mujer que está en o cerca de los 40 años, ya que se aproxima al período de transición a la menopausia.
SÍNTOMAS
Los síntomas físicos más comunes del SPM abarcan:
Distensión o sensación de gases
Sensibilidad en las mamas
Torpeza
Estreñimiento o diarrea
Deseos vehementes por alimentos
Dolor de cabeza
Menor tolerancia al ruido y las luces
Problemas intestinales como estreñimiento o diarrea
Hemorroides o agravamiento de las mismas
Sequedad de la piel
Acné
Otros síntomas abarcan:
Confusión, dificultad para concentrarse u olvidos
Fatiga o sentirse lenta o perezosa
Sentimientos de tristeza y desesperanza
Sentimientos de tensión, ansiedad o nerviosismo
Comportamiento irritable, hostil o agresivo, con arranques de ira hacia sí misma o hacia los demás
Pérdida del impulso sexual (puede incrementarse en algunas mujeres)
Altibajos en el estado de ánimo
Poca capacidad de discernimiento
Baja autoestima, sentimientos de culpa o aumento de los miedos
Problemas para dormir (dormir demasiado o muy poco)
PERIODO DE ACCIÓN
Aparecen a partir del día 14 desde el inicio de la anterior menstruación y finalizan un día o dos después del inicio de la siguiente.
¿CÓMO PODEMOS PREVENIRLO?
Alimentación
Come porciones más pequeñas y de manera más frecuente. Con esta medida reducirás la sensación de estar llena y la hinchazón
Limita la sal y la comida salada para evitar la retención de líquidos
Agrega a tu dieta carbohidratos complejos: frutas, verduras y legumbres
Evita la cafeína y el alcohol, particularmente durante esa semana previa a la menstruación
Elige comidas ricas en calcio (lácteos, verduras de hoja verde, semillas, por ejemplo)
Toma mucha agua, alrededor de dos litros al día. Esta es una manera de evitar la retención de líquidos
Consume los siguiente suplementos alimenticios diariamente
Un multivitamínico
Si eres intolerante a la lactosa toma un suplemento de calcio
400 mg de magnesio
De 50 a 100 mg de vitamina B-6
400 IU (unidades internacionales, por sus siglas en inglés) de vitamina E
Haz ejercicio
Al incluir una rutina de al menos 30 minutos de ejercicio de tres a cinco veces a la semana podrás estimular la producción de dopaminas y endorfinas, hormonas que te ayudarán a mejorar tu estado de ánimo y a disminuir la fatiga.
Otras recomendaciones
Evita el estrés
Duerme suficientemente
Practica yoga
Usa cremas de progesterona. Las puedes conseguir en tiendas naturistas
Sé abierta con la gente a tu alrededor. Al compartir con tu circulo cercano el hecho de que sufres de SPM, ellos pueden convertirse en una fuente de apoyo y no en una fuente de estrés
LA FARMACIA NATURAL
Aceites de Onagra y Borraja: son ricos en Ácido Gamma-Linolénico (GLA), que regula procesos inflamatorios e interviene en el equilibrio hormonal y neurológico. El aceite de borraja tiene mayor concentración de GLA que el de Onagra.
Sauzgatillo o Vitex: los compuestos activos de este fruto pueden equilibrar la producción de estrógenos y progesterona, siendo también útil para favorecer la regularidad del ciclo menstrual.
Proantocianidinas (PACs): son potentes antioxidantes que se encuentran en distintos vegetales, como la semilla de uva, bayas rojas y negras y la corteza de pino. Refuerzan la pared de los vasos sanguíneos, evitando la retención de líquidos, y son antiinflamatorios naturales.
Vitamina B6: tiene un importante papel en la producción de neurotransmisores que generan sensaciones de bienestar y tranquilidad, equilibra las hormonas femeninas y previene la retención de líquidos.
Vitamina E: es antioxidante e influye en el buen estado en general del sistema reproductor, reduciendo casi todos los síntomas del SPM.
Magnesio: favorece la relajación del útero, calmando los dolores de tipo cólico, y asegura un buen estado del sistema nervioso y una correcta producción de hormonas.
Fitoestrógenos: son sustancias químicas presentes en algunos vegetales que pueden actuar de manera similar a las hormonas femeninas y reequilibran las respuestas exageradas del organismo, como ocurre en el SPM. Como fuentes de fitoestrógenos encontramos a las habas de Soja, la raíz de Dong Quai, la Cimicífuga, el YamMexicano y el Tebol Rojo entre otros.
TEORÍA EVOLUTIVA SOBRE EL SÍNDROME PREMENSTRUAL
un investigador ofrece una posible explicación que se justifica en la evolución.
Su argumento es que el síndrome premenstrual (SPM) surgió en las mujeres para ayudar a separar a las parejas que no podían tener hijos, aumentando así las posibilidades de las mujeres de tenerlos con otros hombres.
El SPM es un comportamiento simple y natural que surgió como consecuencia de nuestro pasado evolutivo”, dijo Michael Gillings, profesor de evolución molecular en la Universidad de Macquarie en Australia y autor del artículo.
¿Por qué sería que el SPM rompía las relaciones infértiles? Según la hipótesis de Gillings los síntomas hacían que la mujer se sintiera furiosa con su pareja, llevando al debilitamiento y finalmente la ruptura de su relación, momento en el que tenían libertad para encontrar otros compañeros.
Si una mujer tenía un macho estéril o infértil, en estas relaciones el SPM aumentó la probabilidad de disolución del vínculo de pareja, esto era una gran ventaja reproductiva”, dijo Gillings en un comunicado.
Gillings basa su hipótesis en una serie de factores, incluyendo la alta heredabilidad de SPM y estudios de comportamiento relacionados con los síntomas del SPM. Pero no todo el mundo compra la hipótesis.
Es extremadamente difícil extrapolar lo que vemos en nosotros mismos hoy, en el pasado remoto”, dejo la Dra. Olivia Judson, investigadora de la Universidad College de Londres a The Huffington Post.
La Dra. Athena Aktipis, profesora de investigación del Centro de Evolución y Cáncer de la Universidad de California, en San Francisco, dijo que el hecho de que el SPM se herede no significa necesariamente que confiera alguna ventaja.
Podría muy bien ser que el SPM es un subproducto de algún otro rasgo adaptativo, como los altos niveles de hormonas durante la fase lútea. Los rasgos que se asocian con mayores niveles de hormonas en la fase lútea, como la progesterona y el estrógeno, incluyen a la fertilidad y el atractivo, respectivamente. Sería muy bueno que los síntomas emocionales y físicos del síndrome premenstrual fueran un subproducto que mejora la probabilidad de concepción. Pero yo sería cautelosa acerca de la interpretación de la heredabilidad y la base genética para el síndrome premenstrual como evidencia que el SPM es adaptativo”, señaló la especialista.
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