Para la mayoría de los mortales madrugar es un infierno, parece que cuando suena el despertador es cuando más y mejor sueño tenemos. Normalmente solemos disimular la pereza diciendo que hemos pasado una mala noche, eso puede ocurrir una vez pero ¿todos los días?
Según algunos estudios realizados existe un desequilibrio entre los biorritmos de vida de nuestro organismo y los que en realidad vivimos-esto es muy complejo-y esto nos crea un gran desequilibrio a la hora de dormir.
Veamos qué podemos hacer para conseguir madrugar, sin que nos suponga un trauma.
Los fines de semana solemos dormir como una hora más por término medio y aunque nos parezca que esto está bien, es todo lo contrario es decir, desequilibra más nuestro ciclo de sueño. Los expertos aconsejan que hacer una siesta de unos veinte minutos diarios, es mucho más efectivo que levantarse una hora más tarde. Si nos vamos a dormir inmediatamente después de cenar, puede que nos provoque insomnio, además de descansar mal.
Deberíamos de cenar como unas tres horas antes de ir a dormir.
Algunas personas tienen el hábito de tener la tele en el dormitorio, si a esto sumamos el móvil, la Tablet etc. Con esto lo único que conseguimos es no descansar adecuadamente.
El dormitorio debe de ser solo para dormir y… Hay personas que son más sensibles a los efectos de la cafeína, se aconseja no tomar cafeína unas cinco horas antes de la hora de irnos a dormir.
No solo el café contiene cafeína, también algunos chocolates y refrescos ¡cuidado!
De sentido común es, que si trasnochamos no descansaremos lo debido y entonces sí, madrugar y estar activos es toda una proeza.
Procuremos no trasnochar si al día siguiente hemos de madrugar.
En este punto sí que debemos de ser muy perseverantes, y respetar los horarios. Tenemos que tener una hora fija para acostarnos y otra para levantarnos, de esta forma nuestro cuerpo se acostumbrara, y ya sabemos que todo aquello que repitamos durante quince días, se convierte en hábito.
Si hacemos ejercicio por la tarde nos ayudara a ir a la cama más cansados, descansaremos mejor ya que nos relajaremos al tiempo que se oxigena nuestro organismo. No es preciso que corramos La San Silvestre, con un paseo diario será suficiente.
Otro hábito que debemos de adoptar es dormir con las cortinas entreabiertas, pues la luz natural nos ayudara a despertarnos de una forma suave y relajada. Actúa como una alarma natural para nuestro cerebro.
Otro buen hábito es poner el despertador fuera de nuestro alcance, con el fin de obligarnos a levantarnos para poder apagar la alarma y no podamos decir eso de cinco minutos más Esto activará nuestro cerebro y nuestra movilidad.
Todo esto está muy bien, pero lo primero que debemos de hacer es tener la actitud de levantarnos en cuanto suene el despertador, y sobre todas las cosas debemos de trabajar en nuestra fuerza de voluntad.
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Un saludo
Mari Carmen
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