Fuente: Pixabay/truthseeker08
La práctica de quemar incienso puede convertirse en un anclaje que identificas con una rutina importante de tu vida como es el ejercicio de meditar. Es decir, un ritual sencillo al que tú das un significado propio, al igual que un mantra de optimismo.
Ambientación para meditar
Esta conexión constante entre lo exterior y lo interior es clave en cualquier ámbito de la vida. Por ejemplo, cuando te encuentras trabajando en la oficina, es constructivo que ese despacho tenga un orden y una ambientación que invita a la concentración. Pues bien, para reforzar el hábito de meditar también es aconsejable que cuides el espacio exterior en el que realizas esta tarea.
Un lugar muy agradable, cómodo y silencioso en el que puedes centrarte en lo inmediato de meditar. Pero, además, desde el punto de vista de las sensaciones que te transmite ese lugar, también puedes utilizar el anclaje de los inciensos como medio para ambientar espiritualmente ese lugar a través de la creación de una energía de calma, paz y relax.
Las sensaciones que te produce un lugar influyen en cómo te sientes tú a nivel interno. Por ello, a través del cuidado de las características de un espacio, también te implicas en la preparación de los detalles necesarios para meditar. Y, por medio de la utilización de incienso, también das un protagonismo al sentido del olfato como canal a través del que percibes una información que también puede tener un valor emocional para ti.
Un espacio de calma y serenidad
No solo percibes una gran cantidad de información a través del sentido de la vista. También conectas con el entorno a través del sentido del olfato. Del aroma propio del incienso emana una esencia que transmite en ti agradables sensaciones de bienestar. Pero, además, no solo las imágenes visuales dejan recuerdos en tu memoria, así como aquellos instantes que has vivido en contacto con una emoción intensa quedan más grabados en tu recuerdo, sino que los aromas también generan recuerdos.
Al reforzar el hábito de meditar, también puedes conectar con aromas que identificas con ese momento. Es decir, no solo asocias un lugar, sino también, un tipo de incienso.
Fuente: Pixabay/chiaravdberg
Al dejar atrás el estrés, la prisa, las preocupaciones y las tensiones del día a día, te sumerges en un universo de bienestar en el que te sientes protagonista de la calma. Tus sensaciones son importantes porque a través de los sentidos entras en contacto con el aquí y con el ahora. Es decir, una técnica de conexión con el ahora es prestar atención a la información recibida a través de los sentidos como un medio para traer al presente la mente cuando se distrae con el pasado o se anticipa en el tiempo para imaginar el futuro.
Por tanto, el uso del incienso también es un anclaje que propicia esta conexión con el aquí y con el ahora, elevando tus niveles de felicidad de manera inmediata.
Aromas que mejor van con la meditación
El efecto de un producto de estas características es diferente a la finalidad del aroma que puedan desprender otros productos. A través del efecto aromático del incienso, incrementas tu nivel de atención consciente en el presente, una atención que es clave en el mindfulness y en la meditación, puesto que este aroma incrementa tu nivel de atención y concentración en el ahora.
La utilización de este tipo de producto no solo produce en ti un efecto de introspección e interioridad, sino que también, desde el punto de vista del espacio en sí mismo, el uso del incienso purifica un lugar generando una sensación de equilibrio, armonía y renovación. Las sensaciones que te produce un lugar te transmiten una energía.
Incienso de jazmín
Este es uno de los tipos de incienso que pueden utilizarse durante la meditación. En la rutina cotidiana, una persona puede estar corporalmente presente en un lugar, pero alejada de ese espacio a nivel mental. Por medio de la meditación, la persona está presente tanto a nivel físico como a nivel mental en ese lugar. Y este aroma produce una agradable sensación de calma y tranquilidad. No dudes en usar inciensos con aroma de jazmín para meditar.
Fuente: Pixabay/skuhp009
Incienso de vainilla
Otro de los aromas que puede acompañarte es esta esencia de vainilla que produce una energía anímica tan especial gracias a su poder calmante. Crea una atmósfera de concentración y vitalidad en la práctica de la meditación. La vainilla es uno de los aromas que pueden formar parte de la experiencia de la meditación. Esta experiencia te permite aliviar tu mente del peso de las preocupaciones para conectar con la experiencia opuesta de la relajación.
La salud y el almizcle
Otra forma de aromatización que produce un efecto nutritivo en la meditación por medio de su ambientación de un lugar es el incienso de almizcle. Un aroma que prepara un espacio de manera especial para la meditación. Sin duda, salud y almizcle son dos conceptos que también pueden estar interconectados. Un elemento utilizado para purificar un espacio reforzando la energía positiva y el equilibrio.
En definitiva, la meditación es una experiencia vivencial. Por eso mismo, las sensaciones propias de esa experiencia también son especialmente significativas en el contexto general de la meditación. Una meditación que no solo comienza en el mismo instante en el que te concentras en este objetivo, sino también, a través de la planificación previa por medio del cuidado especial de los elementos que forman parte de ese entorno en el que te sientes bien.
Así, para ayudarte a practicar la meditación puedes contar con la ayuda de la app Siente, – que puedes descargar aquí – . A través de meditaciones guiadas, el mindfulness y la psicología positiva podrás mejorar tu bienestar y, en definitiva, ser feliz.
Pero, además, la metodología Siente forma parte del método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.