En este periodo cambia nuestra forma de ver las cosas; y claro tenemos que vivir cada etapa de nuestra vida de manera distinta. No vamos a pretender cometer las locuras de juventud con la madurez que tenemos. A esta edad hemos alcanzado objetivos que nos hemos propuesto durante nuestra juventud y nuestro propósito se ve encaminado a superarlos.
Comienza otra etapa en nuestra vida con toda la madurez necesaria para afrontar con sabiduría. Claro que hay cambios físicos (obviamente), pero muchas personas se ven aun más hermosa que antes.Cada etapa en la vida tiene sus encantos, el vivirla de acuerdo a cada una de ellas depende de nosotros mismos. No podemos pretender comportarnos como adolescentes, cuando ya tenemos 40, esto demuestra tanta inmadurez que llega a lo ridículo.
Los 40 son una etapa encantadora, solo por enumerar algunos de esos encantos:
A esta edad tienes la experiencia necesaria en tu trabajo para que te vean como una experta y lo mejor de todo es que aun eres joven con la energía necesaria para ejecutarlo con pa sión.
Si te casaste temprano y tuviste hijos en los veinte, ya están crecidos para darte tiempo libre para ti y tu pareja, y si están pequeños tienes la energía para jugar y recrearte con ellos y madurez necesaria para criarlos correctamente.
Y hablando de sexualidad, tienes la madurez y experiencia para saber lo que quieres y comentarlo con tu pareja. Ya no estas pensando en procrear sino en disfrutar plenamente.
En cuanto a las amistades, se pueden hacer nuevas pero estamos mas interesadas en conservar las que ya tenemos.
Entendemos a nuestros padres y es una etapa donde nos acercamos más a ellos.
Debemos tener en cuenta que para poder llegar a la vejez sin tanta complicación, es el momento de vigilar nuestro estilo de vida: realizar ejercicios, mantener una dieta equilibrada, cuidar nuestra piel, modificar hábitos que nos pueden dañar nuestra salud en el futuro. A esta edad tenemos la suficiente madurez para entender todo lo que puede beneficiarnos y perjudicarnos eligiendo lo que nos conviene. Continuar con un estilo de vida como teníamos en la juventud, nos llevará a tener una vejez prematura que se verá reflejado en nuestra piel y las diferentes dolencias propias de la vejez.
En conclusión debemos disfrutar plenamente nuestra vida teniendo en cuenta:
- Vigilar lo que comemos, tener una dieta equilibrada, nos ayudará a reducir o alejar daños en nuestro organismo.
- Aumentar en consumo de frutas y verduras.
- Mantener una actividad física, ya sea inscribiéndonos a un gimnasio o realizar alguna actividad física en casa o en parques en compañía de amigos.
- Programar un día para nosotros mismos.
- No descuidar la piel, debemos estar pendientes de nutrirla con cremas y mascarillas. El maquillaje debe ser discreto y apropiado para no realzar algunos defectos.
- Dormir adecuadamente, esta costumbre de trasnochar le hace daño a nuestra piel, aumentando la aparición de arrugas.
- Vestirnos de acuerdo a nuestra edad. Muchas mujeres y hombres pretenden parecer de menos edad vistiéndose con ropa juvenil y causan el efecto contrario. En general nuestra apariencia personal debe ser de mucho cuidado conservando un estilo discreto y elegante.