Los edadismos son los prejuicios negativos asociados a la edad, es decir, la discriminación a partir de los años que tiene una persona. Vivimos en una sociedad en donde nos encanta estructurarlo todo a partir de los grupos de población. Afortunadamente, existen iniciativas positivas que muestran la importancia del encuentro intergeneracional, por ejemplo, las actividades llevadas a cabo en colaboración entre residencias y colegios en donde mayores y niños forman parte de una misma actividad.
Es curioso que en nuestra sociedad haya tantos edadismos teniendo en cuenta además que cada vez hay más personas mayores, es decir, el envejecimiento de la población es un hecho. A este respecto, también conviene recordar que existe una demanda real de geriatras puesto que en muchas provincias, el número de especialistas es muy bajo. ¿Cuáles son estos edadismos?
Asociar la edad con la dependencia
Solo tienes que mirar a tu alrededor para comprender que la edad no lo dice todo de una persona. Observar este dato como un valor absoluto muestra una forma reduccionista de comprender la vida. Muchas personas mayores de 80 años tienen una total autonomía física e intelectual.
La edad afecta a la capacidad intelectual
Muchas personas mayores participan en un programa universitario, es decir, deciden dedicar estos años de vida a estudiar por el puro placer de aprender. Ojalá que en la juventud también estuviese presente esta meta. La de aprender por el puro deleite de hacerlo.
Infantilismo asociado a la edad
Muchos hijos desarrollan una sobreprotección hacia sus padres, hasta el punto de que a veces olvidan que los mayores no dejan de tener su propio criterio por el simple hecho de haber cumplido una edad. Incluso cuando los mayores acuden al médico es posible observar este edadismo en el momento en el que el especialista pregunata al hijo y no al anciano, qué le ocurre.
Considerar que la vejez empieza a los 65
Conviene recordar la influencia que los medios de comunicación tienen en la creación de una imagen positiva de las personas mayores. Conviene criticar aquellas noticias en las que se apunta que una persona de 65 años es anciana. Seguro que en algún momento has leído contenidos por el estilo que han llamado tu atención. Sencillamente, porque el inicio de la jubilación es una etapa muy productiva a nivel emocional y personal.
Menor nivel de felicidad
Otro de los mitos falsos es creer que una persona tiene un menor nivel de felicidad en la vejez, por el simple hecho de haber cumplido una edad determinada. Nada más lejos de la realidad. A veces, es la edad la que ofrece a la persona el aprendizaje de vivir el momento como un regalo. Algo que en la juventud se pierde de vista ante la ilusión de considerar un futuro interminable por delante.
El mal carácter es una cuestión de edad
Este dato es falso. Generalmente, las personas mayores tienen un carácter que conecta con cómo han sido hasta ese momento. Es decir, una persona joven de mal carácter también puede tener esta tendencia en la vejez. Si no hemos cambiado antes, podemos llegar a esta etapa con todas las manías que tuvimos en la anterior.