La edad nos condiciona. Afortunadamente, el aumento de la esperanza de vida en los países desarrollados trae consigo una buena noticia. Una persona de 40 años tiene mucho pasado, sin embargo, también tiene mucho futuro. Y esto es una conquista que a todos debería hacernos sentir más optimistas. Sin embargo, algo tienen los 40 que por mucho que digan que son los nuevos 30, producen una huella de nostalgia en la vida de muchas personas. Eso no significa que todas pasen por este proceso de crisis de edad.
¿Cuáles son las señales más frecuentes de crisis de los 40?
1. Banda sonora del pasado
De pronto, todo parece recordarte al ayer, pero en realidad, es tu mente la que de un modo casi inconsciente empieza a obsesionarse con etapas previas. Es muy posible que vengan a tu mente recuerdos de la infancia, la adolescencia o la universidad. Y sientes la contradicción de percibir la etapa universitaria como cercana, sin embargo, te resulta sorprendente que hayan pasado 20 años desde que entraste en el primer curso universitario. Sientes que el tiempo pasa volando y esto te deja con la sensación de la brevedad de la vida. Sin embargo, este pensamiento que puede acentuarse con la crisis de edad, es una realidad.
2. Piensas en personas del ayer
Por ejemplo, tal vez te preguntes qué fue de ese amor de juventud, tal vez incluso hayas intentado buscar información de esa persona a través de Facebook. Los recuerdos pesan en ti, porque en cierta forma estás viviendo una despedida interior. Cumplir 40 años significa entrar en una etapa de madurez, sigues siendo joven pero no tan joven como una persona de 20 o 30 años. Afortunadamente, el tiempo nos facilita la capacidad de adaptación constante ya que es gradual y paulatino.
3. Cierta sensación de fracaso
En este momento, puede que observes el pasado y recuerdes los grandes sueños que querías realizar cuando tenías 20 años. Ahora que tienes 40 tienes la sensación de que tu vida es más rutinaria de lo que habías planificado en aquel momento y sientes que muchos sueños se han quedado a mitad de camino. Todos tenemos proyectos que no hemos llevado a cabo. No te fijes solo en esa asignatura pendiente, céntrate en todo lo que has conseguido y valora el esfuerzo que hay detrás de esa meta.
Además, la vida continúa. Y puedes seguir sumando muchas metas y muchas ilusiones a tu historia.
4. Cambios físicos
La crisis de los 40 también puede notarse en términos de autoestima cuando la persona empieza a asumir los primeros síntomas de envejecimiento, por ejemplo, las primeras canas. Intenta tomarte estos cambios con sentido del humor y sin dramatismos. Sigues siendo joven en cualquier momento de la vida siempre que recuerdas que la verdadera juventud está en la actitud. Los cambios físicos son inevitables. Disfruta del placer de hacerte fotos a los 40 porque cuando tengas 50 te encantará verte en esas imágenes.
¿Has vivido la crisis de los 40 o alguna vivencia similar asociada a la edad? ¿Qué hiciste para superarlo? Ten paciencia y disfruta del viaje de vivir.