Leche… ¿sí o no? Cereales… ¿pocos o muchos? ¿Crudos o buen cocinaditos? ¿Desterramos el azúcar de nuestra despensa o lo tomamos en pequeñas dosis?
¿Nos modernizamos o imitamos la dieta del hombre paleolítico?
Repasemos las que más dan que hablar en los últimos tiempos:
DIETA SIN LÁCTEOS, AZÚCAR, GLUTEN, ETC…
Actualmente muchos de nuestros conocidos o amigos rechazan parte de esos alimentos que hemos comido durante años: ¿quién no tiene un primo que no come gluten, a pesar de no ser celiaco? ¿En tu nevera hay dos tipos de leche vegetal y tú sigues con la de vaca?
Es cierto que muchos adultos presentan intolerancia a la lactosa, y que, sobre todo en nuestra sociedad occidental, el número de personas afectadas de osteoporosis y artrosis ha aumentado a pesar de las grandes cantidades de calcio consumido con la leche durante muchos años. Lo cierto es que los mamíferos vamos perdiendo con la edad la capacidad de digerir la leche adecuadamente porque dejamos de fabricar la enzima necesaria para ello. Si nos sienta mal u optamos por prescindir de los lácteos tendremos que incluir en nuestra dieta habitual puñados de frutos secos, sardinillas, legumbres y verduras de hoja verde, para que nuestros niveles de calcio sena adecuados. Y si no queremos renunciar a la ingesta de leche podemos consumir alguna leche vegetal vigilando las calorías de cada una de ellas.
El azúcar es otro de ese clásico que después de ser el primer alimento que entraba en una cocina cuando te emancipabas, ahora está demonizado por una gran parte de expertos y de otros que no lo son tanto.
Está suficientemente demostrado, y esto no es de ahora, que el exceso de azúcar es perjudicial; también es cierto que en la sociedad occidental el consumo de azúcar se ha incrementado hasta niveles estratosféricos, pero no es menos cierto que en cantidades moderadas no desequilibra ninguna dieta; y si lo que nos gusta es que nuestras bebidas tengo un sabor dulce intenso se pueden utilizar edulcorantes saludables como la estevia o la sucralosa.
Otro nutriente muy en boca de todos, es el gluten, una proteína que es muy abundante en el trigo. Y mira que no hemos comido trigo desde que el hombre se hizo agricultor, pues, ahora muchas personas los excluyen de la dieta, y no me refiero a los celiacos que genéticamente tienen determinada esa intolerancia. Si no tenemos intolerancia ni sensiblidad al gluten, no hay nada malo en tomar trigo, en una dieta equilibrada, lo peor sería tomar demasiado cereal por las calorías que aporta.
DIETA PALEOLITICA
En el Paleolítico se consumía proteína animal, mucho vegetal y ningún azúcar innecesario. Algunos dicen que es la mejor dieta que podemos hacer. La verdad es que si tenemos en cuenta que con ella no se consumen grasas trans, ni azúcares refinados ni precocinados, la dieta en cuestión es buena. Tampoco aporta exceso de calorías. Pero si pensamos que no aporta suficiente cantidad de hidratos de carbono integrales ni mucha fibra por no incluir cerales, puede ser desequilibrada. Si la convertimos en una dieta tipo mediterránea añadiendo cereales tendremos una buena combinación de verduras, legumbres, frutas, cereales, frutos secos, pescado, aves, huevos, y lácteos con moderación, y poca carne roja.
LA DIETA DE ZUMOS Y BATIDOS
Zumos depurativos, batidos detox, ayuno, solo proteína… Así son los días dietéticamente hablando de muchas personas hoy en día. Son dietas no equilibradas en absoluto. Cuando queremos adelgazar a veces se llevan a cabo dietas que pueden no ser sanas y entre los ejemplos más claros están este tipo de dietas que excluyen grupos completos de alimentos y se ciñen a dos o tres de ellos nada más. Es cierto que aportan pocas calorías, pero pocas calorías también las aporta no comer y eso es lo peor que podemos hacer por nuestra salud presente y futura.
¿Y si solo lo hacemos una vez a la semana? Pues los expertos tampoco lo recomiendan pues se fomentan hábitos dietéticos poco sanos que después compensaremos con una “no comida”.
Otras dietas de moda son las que consisten en eliminar alimentos alcalinos que puedan alterar el pH de nuestro organismo. Se debe a un exceso de celo por una alimentación saludable. Se prohíben las grasas malas, los lácteos y los azúcares, las carnes y los huevos. Los expertos creen que no es perjudicial incluir en la dieta una pequeña cantidad de huevo o proteína de la carne, aunque otros avalan esta DIETA ALCALINA.
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