Dormir es un placer
Además de un placer, dormir es una necesidad si queremos gozar de buena salud. El hecho de no descansar lo necesario o descansar mal supone un verdadero problema para nuestro bienestar. Dormir a pierna suelta es vital. Cuando dormimos se afianzan los procesos que tienen que ver con la memoria o el aprendizaje. Así mismo, nuestro cuerpo aprovecha nuestro sueño para llevar a cabo tareas de reparación y limpieza que nos harán recobrar la energía.
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La manera en que dormimos es determinante para que el sueño sea de calidad. Además de observar ciertas normas como la ventilación, la cena y los estímulos que recibimos antes de ir a dormir, deberíamos prestar atención a la postura que adoptamos. El hecho de tener una higiene postural adecuada es muy importante para mejorar determinadas funciones y para evitar distintas molestias musculares.
Por este motivo, cada día son más los estudios llevados a cabo para poder averiguar la relación entre las posiciones al dormir y la aparición de diferentes dolores. Aún así, la mayoría de los profesionales del sueño coinciden en que no existe una posición perfecta. ya que muchas veces, la postura que adopta una persona tiene que ver con las patologías que pueda padecer. Por ejemplo, la postura será diferente si la persona sufre dolores de espalda o problemas respiratorios.
Dormir boca arriba: la mejor opción
Parece ser que dormir boca arriba es la mejor posición para el descanso. Cuando adoptamos esta postura podemos estar previniendo el dolor de espalda y de cuello, también es muy útil para reducir el reflujo y minimizar las arrugas.Cuando dormimos apoyando la espalda contra el colchón favorecemos que el cuello, la cabeza y la columna vertebral adopten una posición neutral. Esta postura, a diferencia de la postura en posición fetal o de lado, evita la presión de tener que curvar la columna vertebral.
Si eres de las personas que sufren de reflujo esta es tu postura. Cuando dormimos boca arriba, la cabeza se eleva consiguiendo que el reflujo mejore bastante. Además de esto, procura cenar, al menos, dos horas antes de irte a dormir y verás como duermes mucho mejor.
Esta postura, como ya hemos dicho, también evita la aparición de arrugas prematuras. El motivo es tan sencillo como que al tumbarte boca arriba la piel de tu cara no recibe presión ninguna por lo que puede oxigenarse y relajarse mejor.
La almohada que elijas para dormir boca arriba es muy importante. Las almohadas muy altas, o varias almohadas pueden producir rigidez en el cuello o problemas cervicales. Mejor una almohada no muy alta y mullida.
Esta postura solo está contraindicada a las personas que roncan mucho ya que favorece el ronquido.
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Dormir de lado también está bien
Dormir de lado es una postura que también es muy recomendable. De la misma manera que al dormir boca arriba, esta postura nos ayuda a prevenir dolores de cuello y espalda y reduce también el reflujo. Así mismo, las personas que roncan notarán que lo hacen menos en esta postura.Para las mujeres embarazadas esta es la mejor postura, aunque en este caso, es mucho mejor hacerlo sobre el lado izquierdo.
Lo único que podemos encontrar en contra de esta postura es que, de alguna manera, favorece la aparición de arrugas. El motivo es que la cara, al dormir de lado, se aplasta literalmente contra la almohada.
En cuanto a la almohada, lo mejor para esta postura, sobre todo si la vas a conservar toda la noche, es una almohada gruesa. Este tipo de almohada mantendrá en posición adecuada tu cuello y espalda.
Posición fetal, depende de los casos
Esta postura mejora mucho la respiración. En los casos de personas que ronquen mucho es una buena opción. También es muy beneficiosa para las personas que sufren apnea del sueño ya que impide las obstrucciones.Es muy importante, no obstante, tener cuidado para que el peso del cuerpo no descanse sobre nuestras extremidades ya que podemos sufrir calambres. Además de esto, las personas que tengan tengan alguna lesión en el hombro no deberán dormir sobre el hombro dañado.
Así mismo, algunos expertos opinan que someter toda la noche a la columna vertebral a la tensión que provoca la curvatura podría ser perjudicial. Y por último, esta postura es la que más favorece la aparición de arrugas, por lo que si no es tu postura preferida, intenta evitarla.
Boca abajo, la peor opción
Numerosos expertos en la materia coinciden en que esta es la postura para dormir menos recomendable. Si dormimos boca abajo nuestra columna adopta una postura poco neutral. Así mismo, esta postura impone mucha presión a los músculos y articulaciones.
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Para nuestro cuello esta posición es sumamente incómoda. Solo tenemos que imaginar lo que sería tener que estar más de 10 minutos con la cabeza girada hacia un lado. Seguramente que nos sentiríamos incómodos enseguida, con lo que podemos imaginar el esfuerzo que nuestro cuello tiene que hacer si pasamos varias horas durmiendo así.
El único motivo por el que esta postura sería aconsejable sería por que dificulta bastante los ronquidos. Habría que sopesar si el intentar evitar los ronquidos no podría dañar las cervicales. En ese caso, lo mejor sería consultar a un experto.
No obstante, si optas por dormir boca abajo, la almohada que elijas deberá de ser muy fina. Lo mejor sería no usar ninguna almohada. Si utilizáramos para esta postura almohadas grandes o gruesas nuestro cuello y espalda sufrirían bastante.
Ya sabes, lo más saludable es dormir boca arriba siempre que no existan factores que obliguen a adoptar alguna de las otras posturas.
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