¿Sabes que han descubierto un motivo por el que no vamos a gimnasio? Y no, no es la falta de voluntad.
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¿Cuantas veces te has apuntado al gimnasio o has empezado a hacer ejercicio por tu cuenta y te has casado enseguida, no has durado ni una semana? Si te ha pasado tranquilo, que no es que seas un flojo o tu fuerza de voluntad flaquee. Hay otra causa.
Investigadores del Instituto Americano de Diabetes y Enfermedades Digestivas han comprobado como personas que tienen kilos demás presentan alteraciones de los receptores de la dopamina, y eso dificulta su capacidad para el movimiento intenso.
En su experimento manipularon los receptores de la dopamina en ratones delgados ¿Sabes qué ocurrió? Se obtuvo exactamente el mismo efecto, pereza a la hora de hacer los ejercicios. Aunque en los ratones obesos sucedía de forma natural, no hacía falta alterar nada.
Lo más curioso es que ese efecto tampoco era proporcional a los kilos de más. A medida que iban engordando no se van haciendo más perezosos, sino que su pereza comenzaba con el fallo en el neurotransmisor.
¿Y sabes cuándo sucede eso? Cuando tienes una dieta alta en grasas.
Esto además es un círculo vicioso. Comer sano nos ayuda a estar más activos, pero según la propia conclusión de los científicos si no conocemos el fundamento físico subyacente de un comportamiento es difícil que la fuerza de voluntad por sí sola pueda cambiarlo.
Así que ya lo sabes, quizá si no vas al gimnasio o no haces ejercicio no es que seas un vago, es que tus neurotrasmisores no funcionan como deben. Aunque que eso no te sirva de excusa.
Inténtalo, empieza a comer sano y ya verás como se acaba el problema.