Hay otras razones además de la obvia de la pereza que nos invade, y es que puede ser que además de esa falta de volunda, puede que tengas una predisposición genética que hace que comenzar a moverte sea todo un calvario.
Desde luego, llama poderosamente la atención que aún a día de hoy, sabiendo todo lo que sabemos sobre los beneficios del ejercicio físico y lo malísimo que es el sedentarismo para nuestras vidas, todavía haya mucha parte de la población actual que no practica nada de actividad física.
La voluntad de hacer ejercicio según tu somatotipo
Tu tipo de cuerpo, es decir, tu somatotipo, puede decir mucho acerca de tu predisposición al ejercicio físico, te hacemos un resumen de los tres somatotipos y a ver en cúal te sitúas:
1. Ectomorfo
Cuerpos de constitución delgada y con gran dificultad para aumentar el volumen de la masa corporal.
La ventaja de los ectomorfos es que no necesitan seguir dietas muy estrictas en cuanto a las cantidades, eso sí, deben vigilar el tipo de nutrientes.
Tampoco necesitan gran cantidad de ejercicio aeróbico para mantener su cuerpo bajo en grasa, pero sí que tienen bastante dificultad para ganar músculo.
Es decir, el ectomorfo es un tipo de cuerpo del que se suele decir que “con poco va”.
2. Mesomorfo
Es un tipo de cuerpo de los que denominamos atlético.
Las personas con somatotipo mesomorfo, tienen la ventaja de ganar masa muscular más fácilmente, por lo que su cuerpo es muy agradecido al ejercicio físico.
3. Endomorfo
Este tipo de cuerpo se caracterizan por tener exceso de grasa principalmente en cintura y caderas, un metabolismo lento, no tienen mucha fuerza y se decantan más por la vida sedentaria.
El tipo endomorfo tiene tendencia al sobrepeso, ya que su ritmo metabólico es más lento, por ello, la tendencia es a acumular grasa con facilidad.
Para mantener una buena salud, deben vigilar mucho más su dieta así como realizar un mayor volumen de trabajo aeróbico para mantener a un nivel adecuado los depósitos de grasa.
Tu tipo de cuerpo tiene cierta responsabilidad en tus ganas de hacer ejercicio físico
Como hemos visto en las definiciones anteriores, podemos observar que el último tipo definido, el denominado “endomorfo” es el que menos predisposición presenta al ejercicio cuando debería ser al contrario, ya que es el que más tendencia tiene a acumular grasa y por lo tanto, debería controlarlo más.
Normalmente, las personas que diponen de este somatotipo, solo realizan ejercicio físico cuando ya no les queda otra, o bien porque se les enciende la bombilla y el sobrepeso ya les causa molestias graves o bien por prescripción médica.
Nuestros genes y nuestra predisposición al ejercicio físico
Según la tendencia a la supervivencia de nuestro organismo, su tendencia siempre será ahorrar energía, de hecho, si echamos la vista a nuestros orígenes, sabemos que nuestros ancestros necesitaban tener una buena carga de energía.
Tanto para mantenerse en los tiempos en los que resultaba difícil encontrar el alimento diario, como para asegurarse de tener la suficiente que le permitiese realizar los esfuerzos oportunos a la hora de cazar o recolectar alimentos.
Hoy en día, disponemos de todo lo que necesitemos y al alcance de la mano, por lo que no tenemos necesidad de realizar esos derroches de energía, si bien, nuestra predisposición al “ahorro” de energía sigue ahí, incrustado en nuestros genes, en algunas personas más que otras…
Nuestro entorno social
Pero obviamente, no todo depende ni de nuestro somatotipo ni de nuestra predisposición genética, nuestro entorno social y familiar tiene mucho que ver en nuestra predisposición a ser más activos y a la práctica deportiva.
Lo que nos inculca nuestra familia en un primer momento más luego nuestras amistades, el colegio y demás, es fundamental. Siempre nos sentiremos más acompañados y animados si quienes nos rodean llevan una vida activa.
Hacer ejercicio físico como sinónimo de sufrimiento
Aspectos negativos como el sudar, quedarse sin aire, las agujetas, los dolores musculares, etc., son factores que influyen en la visión del ejercicio como sinónimo a sufrir y pasarlo mal.
Los profesionales del ejercicio físico, intentamos que los momentos de entrenamiento se contemplen como algo positivo.
Entendemos que deben suponer un momento de evasión de la vida cotidiana, el rato que nos dedicamos a nosotros mismos, y por ello debemos incluirlo en nuestra vida como algo fundamental, esencial, divertido, desestresante y motivador.
Por eso, en muchas ocasiones, para darle la vuelta a la visión negativa, debemos ponernos en manos de profesionales y aprender a disfrutar del entrenamiento.
Un entrenador personal especializado es una opción a tener muy en cuenta si eres de los que le cuesta comenzar un programa de ejercicio o no ha conseguido mantenerlo en el tiempo.
Si buscas un entrenador personal en Valencia, en Cohens disponemos de profesionales cercanos, formados y que te ayudarán a llevar una vida más saludable.
Al fin y al cabo, el hecho de llevar una vida activa depende exclusivamente de ti, aunque nuestro entorno o nuestra “predisposición genética” no sean los más adecuados, tú eres el único/a que puede dar el paso, nadie más lo puede hacer por ti.