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Es común plantearse el propósito de levantarse temprano para hacer ejercicio, pero solo para fracasar en el intento. ¿Cuántas veces te has propuesto levantarte temprano para hacer ejercicio? Seguramente el primer día lo haces muy bien, pero al día siguiente ya te cuesta más trabajo, y al cabo de poco tiempo terminas por abandonar tu objetivo saludable.
Y es que parece que la cama tiene un poder sobrenatural que nos mantiene pegados a ella. Por eso, cada vez que suena la alarma, la apagamos y volvemos a cerrar los ojos, olvidando nuestro firme propósito de hacer ejercicio.
Sin embargo, nada es imposible. Yo me levanto todos los días a las 6 de la mañana para hacer ejercicio, así que puedo darte unos consejos al respecto. Verás que lo que te hace falta no es fuerza de voluntad, sino poner en práctica una rutina que te haga más fácil levantarte temprano.
Ejercitarte por la mañana es un buen hábito que te permitirá empezar el día con energía y además te permitirá quemar más calorías que si te ejercitas por la noche. ¿Qué tal?
¿Lista para tu rutina matutina? ¡A darle!
Cómo motivarte para hacer ejercicio por la mañana
1. Busca una razón poderosa
Lo más importante es que tengas una razón muy poderosa para levantarte temprano y hacer ejercicio. ¿Por qué quieres hacer esto?
Hace algunos años, lo único que deseaba era adelgazar para poder usar la ropa que gustaba y para verme mejor, pero la verdad es que esa no era una motivación suficiente para levantarme a las 6 de la mañana.
Ahora, mi motivación es que no quiero padecer alguna enfermedad cardiovascular o diabetes. Por genética, soy propensa a esto y sé que no me quiero enfermar. Quiero estar saludable por mis hijos, y esta sí que es una motivación lo suficientemente poderosa como para levantarme a las 6 o a las 5 de la mañana.
2. Prepara tu rutina
Prepara tu rutina de ejercicio el día anterior. ¿Qué vas a hacer cuando te levantes? Deja preparado un video de YouTube, o planifica tu ruta para correr, o busca una rutina que puedas hacer en el gimnasio.
Si no tienes un plan, vas a perder mucho tiempo pensando y eso te servirá de pretexto para ya no levantarte.
En cambio, si ya tienes todo listo, podrás empezar tu rutina en cuanto te levantes. ¡Cero excusas!
3. Pon un sistema en práctica
Necesitas poner en práctica un sistema de forma que sea más fácil levantarte que quedarte dormida. Aquí te doy algunos ejemplos:
Pon una alarma en tu celular, pero no lo dejes a la mano. Ponlo en una mesa o silla lejos de tu cama para que tengas que levantarte para apagarlo.
Ponte tu ropa de ejercicio para dormir. Acuéstate con tu playera y tus shorts o lo que sea que vayas a usar. De esta manera solo tendrás que ponerte los zapatos cuando te levantes y listo.
Lo más lógico es que tendrás que acostarte un poco más temprano para no tener tanto sueño por la mañana. Así que apaga todos tus dispositivos una hora antes de ir a dormir para que puedas conciliar el sueño.
Asegúrate de seleccionar un lugar cercano y de fácil acceso para hacer ejercicio. Si el gimnasio o la pista para correr te quedan demasiado lejos, esto te puede quitar la motivación.
4. Hazte responsable ante alguien más
Si tienes que responder por tus acciones, no será tan fácil abandonar el buen propósito. Por otro lado, si no tienes que rendirle cuentas a nadie, nada te va a impedir abandonarlo.
Aquí te doy algunos ejemplos de cómo puedes hacerte responsable y rendir cuentas sobre tu rutina matutina:
Ponte de acuerdo con algúna amiga para hacer ejercicio juntas. Así sentirás la presión de levantarte para no dejarla plantada.
Pídele a una persona de tu confianza que todos los días te pregunte por tus avaces en tu rutina ejercicio. El tener que plantarle cara a alguien también te ayudará a no quedarte dormida.
Reta a tus amistades a ponerte un castigo si no cumples con tu propósito y a darte alguna recompensa si lo logras.
Inscríbete en una competencia, como un medio maratón. El tener una fecha límite es la mejor forma de empujarte hacia tus metas.
5. Convierte tu sesión en algo agradable
Una de las cosas que más me motivan a levantarme temprano es saber que tendré un tiempo para mí. Como soy madre de tres hijos, valoro cada minuto de tranquilidad. ¡Esa es una excelente motivación para mí!
Tu rutina matutina puede convertirse en un rato agradable si lo quieres. Aquí te doy algunos ejemplos:
Prepara una playlist con tus canciones favoritas para hacer ejercicio. La música hace que todo sea más especial.
Cuando te levantes, tómate un vaso de agua o una taza de té verde para hidratarte y llenarte de energía.
Si tienes un perrito, sal a correr con tu mejor amigo. Ambos los van a disfrutar.
Organízate de forma que al terminar tu rutina, te sientes a desayunar algo rico y saludable.
Después de que realices un determinado número de sesiones matutinas, date un recompensa que no sea comida. Puede ser un cita en el salón de belleza o ropa nueva de ejercicio.
Como ves, levantarte temprano para hacer ejercicio no se trata solo de tener fuerza de voluntad, sino también de organización y planificación. En realidad, si planeas bien las cosas y te organizas, no necesitas una voluntad sobrehumana para adoptar este hábito saludable.
Ejercitarte por la mañana es más fácil de lo que te imaginas, y además es un hábito muy productivo y beneficioso. ¿Qué esperas para ponerlo en práctica?
Piensa que si logras adoptar el hábito de hacer ejercicio por la mañana, puede ser que incluso inspires a la gente a tu alrededor a hacer algún cambio saludable también.
¿Tienes algún otro consejo que sirva para levantarse a hacer ejercicio temprano? ¡Compártelo en los comentarios!