No te lo voy a negar, no es un camino fácil, pero si lo consigues será extremadamente gratificante, la droga que nunca querrás dejar, sin efectos secundarios negativos.
No sabes porqué pero de repente, llega el día, te notas flojo y esa pancita que podía ser graciosa ya es preocupante, y lo decides. ¡Mañana empiezo a hacer ejercicio! Y allá que te pones, a correr, te apuntas al gimnasio, a practicar el deporte que te gustaba hace 15 años y que no has vuelto a hacer… pero, ¿Cuánta gente no aguanta más de una semana? Sí, mucha.
Los primeros días serán muy duros, no tienes camino hecho, por lo que solo te puedes apoyar en tus ganas y fuerza de voluntad, pero piensa que eso pronto cambiará, lo que ahora te cuesta gran esfuerzo hacer debido a un cambio de tu rutina, en un tiempo (sobre 21 días para cambiar el un habito) será una costumbre que ya has adoptado, y de repente llegará el día en que te apetezca hacerlo, ya empiezas a notar cambios y tu cuerpo y tu mente te pide esa dosis de ejercicio, e incluso dejas de lado otro posible plan que te gusta por tu dosis de actividad.
¡Ese es el día en el que te darás cuenta de que lo has logrado!
Y a partir de ahí todo va rodado, complementas la actividad con una buena alimentación y empiezas a notar más cambios, aumenta tu felicidad y tu estado de ánimo, todo te cuesta menos…
Pero ojo, la cosa no es tan fácil, por ello te damos unos pequeños consejos que esperamos te ayuden a no fracasar:Ponte objetivos realistas y cercanos, que te vayan motivando para luego ponerte otra meta mayor.Empieza poco a poco, ten en cuenta tu estado de forma y no te des un atracón los primeros días eso provocara que abandones.Escoge un periodo del día que tengas siempre libre e intenta no modificar los horarios, esto favorecerá a crear esa rutina que buscamos, aunque creas que el momento que tienes libre no es el mejor del día para realizar deporte, tranquilo, tu cuerpo y tu mente se adaptara.No te olvides de seguir una alimentación sana y equilibrada, aumenta la ingesta de frutas y verduras, aunque no tienes porqué cambiar tu alimentación desde el primer día, sí que lo debes hacer una vez hayas modificado tu rutina deportiva, de poco servirá el deporte con una mala alimentación.
¡Ánimo! Solo necesitas un poco de fuerza de voluntad que te den ese empujón inicial.