Foto Pixabay
Es muy común entrar a tus redes sociales y encontrar cualquier cantidad de contenidos motivacionales. Imágenes, frases v videos con mensajes como "Eres capaz!", "Si lo intentas lo lograrás" y otras muy pensadas tomadas de personajes famosos abundan en internet y han creado un mercado bastante lucrativo, basado en la exaltación de las grandes capacidades de tu ser para superar los obstáculos de tu día a día. Personalmente yo he hecho algunas imágenes que he puesto en la fan page de mi blog y en mi cuenta de Twitter y la verdad a veces tienen algún impacto; a todos nos gusta compartir lo que nos parece interesante, enriquecedor y gracioso.
Este tipo de material, bien intencionado, alrededor del cual se han creado grandes imperios enfocados en convencerte, recordarte y enseñarte a utilizar capacidades que tienes subvaloradas o que te son desconocidas; no tiene solo el objetivo de despertarte emociones positivas; lo que busca realmente es que conviertas estas emociones en acciones.
Es muy común que las personas lean libros de autoayuda, compartan frases motivacionales e inclusive asistan a cursos sobre crecimiento personal; de hecho hay quienes pueden generar algún tipo de dependencia de estos contenidos. Sin embargo, de nada sirve si tu no tomas la decisión de actuar. Inundar tus sentidas de temas motivacionales sin tomar acciones es como creer que por ver porno, has tenido una experiencia real o pensar que por comprar un martillo, un serrucho, madera y unos clavos ya construiste una mesa. Son herramientas intangibles para que tu las uses llevando tus metas a la realidad.
Un libro o un video no te sacarán de tu cama a las 5 a. m. para que salgas a trotar, ni calmarán tus niveles de estrés en momentos de tensión; ni diseñarán un modelo de negocio para tu emprendimiento, ni darán los pasos necesarios para hacer realidad tus ideas, ni mucho menos solucionarán tus problemas. Estos materiales pretenden darte herramientas para que cuentes con ellas en determinadas situaciones en caso de que no hayas encontrado o inventado las tuyas; pero quien debe actuar al final eres tu. Lo que se desea con este tipo de información es recordarte que cuentas con las capacidades creativas, intelectuales y emocionales necesarias para enfrentar cada reto personal o laboral y que por lo menos es importante intentar antes de darse por vencido.
Las ideas al final están en tu mente y es esa misma la que debe ayudarte a convertir tus sueños, ideas y soluciones en realidad; por mucho que leas, veas, escuches y aprendas sobre lo que deseas; nada de eso actuará a tu favor. Todo siempre recaerá en ti.
Para tomar impulso antes de dar un gran salto, debes alejarte de la meta. Así que si tomas demasiado impulso, no estás persiguiendo tu objetivo sino alejándote de él.Te invito entonces a dejar de sobre estimularte y de extra motivarte y a ponerle una fecha de inicio a esas ideas que tienes y planees como cumplirlas. Los materiales motivacionales son buenos como combustible inicial y quizás te ayudena a no decaer durante la ejecución de tus proyectos, pero cuando dejas de actuar por seguir "motivándote" es cuando pueden ser perjudiciales. No estoy queriendo decir que sean nocivos o que carezcan de utilidad, sino que todo en exceso es malo; hasta la motivación. La actitud positiva que ganas de estos contenidos puede verse seriamente afectada cuando mires atrás y solo pienses en lo que pudo haber sido y no fue.
Además sólo cuando comiences a experimentar el proceso creativo, la ejecución y la emoción del ensayo y error, descubrirás fuentes de motivación que no hallarás en ningún libro, video o curso. Sacarás fuerzas de la sensación de logro, las lecciones aprendidas y la fortaleza inherente a la superación de un fracaso. Pero para esto debes comenzar a actuar.