Estás trabajando y necesitas presentar resultados en un corto plazo; Suspendes el examen de conducir, una y otra vez; Tienes una exposición en público; Te cuesta relajar el cuerpo y dormir por las noches; cambias de domicilio; has terminado una relación; Te sientes desubicado y no sabes qué camino tomar o qué terapia elegir pues no sabes cuál será la más efectiva para ti... éstas y muchas otras situaciones pueden producirnos cierto grado de estrés e incluso ansiedad.
Cada semana recibo muchas consultas al respecto y ello me lleva a explicar cómo se puede, mediante el método KinesioConsciencia, afrontar esas situaciones mediante una toma de conciencia y la debida gestión emocional.
Puesto que cada persona es diferente, y hay muchísimas personas en este mundo, es interesante dar con un método terapéutico que permita personalizar la terapia según las necesidades de cada individuo y, lo que es más interesante, facilitarle todo aquello que sea prioritario para él en ese momento. Dicho de otra manera, generalizar sobre un problema y dar la misma solución a distintas personas suele ser una decisión bastante arriesgada porque, lo que puede ser eficaz para uno, puede no serlo para otro y, siguiendo la misma línea, el problema raíz no tiene por qué ser el mismo en todos los casos. Así, si dos personas sufren de ansiedad, puede que compartan el lugar de origen de la misma (por ejemplo el trabajo) pero una puede sufrir ansiedad por su necesidad de control sobre sus responsabilidades y la otra por miedo a argumentar o defender su trabajo delante de su superior/a.
Con el método que te propongo, la Kinesiología y toma de Consciencia, se puede diagnosticar cuál es el origen de lo que le preocupa al cliente (algo físico, emocional, cognitivo), permite tomar consciencia de esa raíz y resolver el conflicto según cada persona. Es decir, tanto el diagnóstico como la resolución del conflicto son personales para cada cliente puesto que cada uno tiene su propia historia. Así, para un mismo síntoma (ansiedad) habrá quien necesite, por citar algunos ejemplos: un trato físico (un masaje muscular, por ejemplo), habrá quien pueda necesitar un equilibrio entre chakras, un cambio ligero en la alimentación o el canto de un mantra.
Con la KinesioConsciencia se establece un diálogo entre el cliente y su inconsciente, haciendo el terapeuta de canal de comunicación. En todo momento, el cliente va viendo las respuestas que se van dando y va observando dónde yace aquello que le genera el estado en que se encuentra. Poco a poco, se va conformando el camino que el mismo cliente requiere para solucionar lo que le ocupa. De esta forma, se obtienen las herramientas necesarias para abordar el caso de una manera clara, eficaz y personalizada, logrando, mediante la toma de consciencia, la gestión de la ansiedad por la vía óptima según cada caso.
Pero la palabra hebrea timshel (Swan)..."thou mayest"... da la oportunidad.
Debe de ser la palabra más importante del mundo. La que dice que la puerta está abierta.
John Steinbeck
¡Tú decides!