El sedentarismo y la falta de ejercicio regular pueden tener consecuencias negativas significativas para la salud y el bienestar.
Aunque a menudo se habla de los beneficios del ejercicio físico, es importante destacar las consecuencias adversas de no solo evitar llevar una vida activa, sino de específicamente evitar ejercitarse.
En este artículo, vamos a explorar algunas de las repercusiones negativas de no hacer ejercicio y cómo pueden afectar diferentes aspectos de nuestra salud.
Desde enfermedades cardiovasculares hasta trastornos mentales, descubriremos cómo la falta de actividad física puede impactar en nuestro bienestar general.
Importancia del Ejercicio en la Salud
La práctica regular de ejercicio físico no es solo una actividad que se lleva a cabo para mantener una figura estilizada o para mejorar la capacidad atlética. Es, ante todo, una pieza fundamental para garantizar un estilo de vida pleno y saludable.Incorporar la actividad física en nuestra rutina diaria asegura que nuestro cuerpo y mente funcionen de manera óptima, dándonos la energía y vitalidad necesarias para enfrentar los desafíos cotidianos.
Lamentablemente, la ausencia o insuficiencia de ejercicio en nuestra vida puede desencadenar una cascada de problemas de salud que, si bien no se manifiestan de inmediato, pueden tener graves repercusiones en el futuro.
Estos problemas de salud van desde desequilibrios metabólicos, enfermedades cardíacas, hasta afectaciones en nuestro bienestar mental.
Para combatir estos riesgos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido unas pautas claras. Según un informe publicado en 2022, sugiere que los adultos deben comprometerse a realizar al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o, en su defecto, 75 minutos de ejercicio intenso a lo largo de la semana1.
Estas cifras, aunque puedan parecer altas a primera vista, son fácilmente alcanzables distribuyendo el tiempo a lo largo de los siete días de la semana.
No obstante, un sorprendente número de personas no logra cumplir con estas recomendaciones. Ya sea por la rutina del trabajo, la falta de motivación o la ausencia de recursos, muchas personas están dejando de lado este componente esencial para su salud.
Y las consecuencias de no hacerlo son claras: un incremento en el riesgo de enfermedades y una disminución en la calidad de vida.
Es crucial que tomemos consciencia de la importancia del ejercicio en nuestra vida y busquemos maneras de integrarlo de forma constante y efectiva.
Dicho esto, los siguientes son algunos de los riesgos más significativos en la salud, los cuales nos muestran las consecuencias de no ejercitarse regularmente.
Riesgos Cardiovasculares
Al hablar de la salud, uno de los ámbitos que más nos preocupa es, sin duda, la salud cardiovascular.La razón detrás de esta preocupación es válida: no hacer ejercicio con regularidad se asocia fuertemente con la aparición de enfermedades que afectan directamente al corazón y a todo el sistema circulatorio2.
Estas patologías, lejos de ser simples afecciones, engloban trastornos serios como la enfermedad coronaria, hipertensión arterial y accidentes cerebrovasculares3, condiciones que no solo limitan nuestra calidad de vida, sino que pueden ponerla en peligro.
Uno de los factores más preocupantes de la inactividad física es cómo favorece la acumulación de placa en nuestras arterias. Esta placa, que se forma por el depósito de grasas y otras sustancias, puede eventualmente obstruir el flujo sanguíneo.
Cuando esto ocurre, el riesgo de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares se dispara, convirtiéndose en un potencial peligro que puede acecharnos sin darnos cuenta.
Sin embargo, hay una luz al final del túnel. Recientes investigaciones han arrojado datos esperanzadores sobre cómo contrarrestar estos riesgos.
Según un estudio publicado en la prestigiosa revista “British Journal of Sports Medicine”4, la incorporación regular de ejercicio en nuestra rutina diaria puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares de manera notable.
Esto no solo se debe a la quema de calorías o la reducción de grasa corporal, sino a un proceso más integral: el ejercicio fortalece el músculo cardíaco, optimiza la circulación sanguínea y equilibra la presión arterial5 6.
Para quienes han adoptado, quizás sin darse cuenta, un estilo de vida sin ejercicio, reconocer estos beneficios es crucial.
Es una llamada de atención para reevaluar nuestras prioridades y recordar que la salud de nuestro corazón depende, en gran medida, de nuestra disposición a movernos y a mantenernos activos.
Por lo tanto, invertir tiempo y esfuerzo en cuidar nuestra salud cardiovascular es, en esencia, invertir en una vida más larga, saludable y plena.
Problemas Metabólicos
¿Eres de los que piensan que el metabolismo es ese villano que se vuelve más lento con la edad y te hace ganar kilos de más?Bueno, hay algo que tienes que saber: tu nivel de actividad física tiene mucho que ver en esta historia.
Y no, no estoy hablando de hacer ejercicio solo para lucir músculos o tener un six-pack de portada, sino por la salud pura y dura de tu metabolismo.
De hecho, se ha encontrado que el metabolismo se mantiene bastante estable a lo largo de toda tu vida7, pero lo que cambia es la cantidad de ejercicio y actividad física que se realiza 8 9 10 11.
Por ejemplo, en esta imagen tomada de uno de los estudios reverenciados, se puede notar claramente como el gasto energético total (TEE) se mantiene estable a lo largo de toda la vida adulta, y no es hasta los 70-90 años que disminuye un poco:
Cuando caemos en el estilo de vida “sofá y series de tv”, le estamos dando la bienvenida a enfermedades metabólicas serias e incrementa el riesgo de12:
Muerte por cualquier causa
Hipertensión
Niveles altos de colesterol “malo”
Diabetes tipo 2
Osteoartritis
Apnea de sueño
Diferentes tipos de cáncer
Menor calidad de vida
Enfermedades mentales
Entre muchas otras El ejercicio, más que una simple rutina para verse bien, también es una herramienta esencial que controla los niveles de azúcar13 que, si se disparan, pueden traerte complicaciones.
Ahora, si crees que la obesidad es solo un problema de estética, estás muy equivocado. Es una alarma mundial.
Las cifras no mienten y, lo que es peor, están en ascenso. La razón principal: la falta de movimiento.
Un estudio del Centro Nacional de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud lo deja clarísimo: la inactividad es la gasolina que enciende el fuego de la obesidad14.
Dicho esto, la solución está al alcance de todos: el ejercicio es, literalmente, la opción más sencilla y económica que protege tu metabolismo.
No solo quemas esas calorías extra, sino que también equilibras la energía de tu cuerpo, dándole justo lo que necesita. Y sí, esto es vital para prevenir la obesidad.
Aquí la palabra clave es “prevenir”. Menciono esto porque el ejercicio simplemente no es tan efectivo para perder peso, pero sí para evitar ganarlo15.
Impacto en la Salud Mental
Si piensas que tu estado físico solo se trata de cuidar cómo te ves, estás pasando por alto un aspecto esencial: tu mente.La salud mental, ese aspecto tan subestimado pero vital de nuestro bienestar, está directamente influenciada por nuestra estado y capacidad física.
Un estudio lo deja muy claro: las mujeres con obesidad tienen un riesgo más alto de enfrentar trastornos psicológicos16.
Y, para agregar un poco más de sal a la herida, otro estudio de la Universidad de Texas vinculó la obesidad con la depresión17.
Hasta cierto punto, hemos normalizado el sentirnos con bajo ánimo, ansiosos, tristes o simplemente sobrepasados por el estrés del día a día.
Aquí es donde entra el impresionante poder del ejercicio.
Y no es exageración decir que cada vez que te ejercitas, es como darle a tu cerebro un baño de “hormonas de la felicidad”. Sí, hablo de esas endorfinas que actúan como una ola de buena energía y optimismo18, las cuales ayudan a combatir los problemas de salud mental.
De hecho, los estudios muestran que hacer ejercicio es un tratamiento súper efectivo para la ansiedad19 y depresión20 21.
Lo más interesante es que el ejercicio tiene la misma potencia que los medicamentos antidepresivos para combatir a la depresión22.
Si tienes la capacidad de cuidar tu mente al mismo tiempo que tu cuerpo, ¿por qué no aprovecharla?
No se trata solo de estética o músculos tonificados, es tu bienestar emocional lo que está en juego.
No esperes sentirte mal para moverte. Tu mente y salud emocional te lo agradecerán.
Problemas de Salud Ósea y Musculoesquelética
Cuando piensas en ejercicio, es probable que te imagines una figura atlética o un abdomen tonificado.Pero más allá de eso, hay un fundamento profundo y muchas veces olvidado: la fortaleza y salud de nuestros huesos y músculos.
Es simple, cada movimiento que haces, desde levantar una pesa hasta bailar tu canción favorita, beneficia esa estructura interna que sostiene tu cuerpo.
Sin esa actividad constante, tus músculos pueden empezar a volverse más débiles, y tus huesos más frágiles.
Pero no solo lo digo yo la Universidad de Sidney realizó un estudio donde encontraron que un estilo de vida activo es el escudo protector contra enfermedades óseas y problemas musculoesqueléticos23.
Imagina el ejercicio como el gimnasio diario para todo tu cuerpo, incluidos tus huesos, manteniéndolos fuertes y resilientes.
Si nos quedamos sin movernos, no solo perdemos tono muscular; la densidad de nuestros huesos disminuye. Y ahí es donde se asoman problemas como la osteoporosis y un mayor riesgo de sufrir fracturas, incluso haciendo actividades cotidianas.
Pero no todo son malas noticias.
El regalo más grande que el ejercicio te da, más allá de una buena figura, es la posibilidad de moverte con libertad, sin dolor y con la confianza de saber que tu cuerpo está preparado para enfrentar cualquier desafío. Así que, ¿por qué no darle a tu estructura interna el cuidado que merece?
Anímate. Cada paso, cada repetición, cada estiramiento es una inversión en tu bienestar. Es más que ejercicio; es darte una vida llena de movimiento, energía y fortaleza.
Impacto en la Calidad de Vida
Estar en movimiento no es solo cuestión de estética o de romper récords personales en el gimnasio. Es sobre la calidad de vida y cómo te sientes cada día al despertar y enfrentarte al mundo.La ausencia de ejercicio no solo se traduce en músculos menos tonificados o un aumento en el índice de masa corporal. Va más allá.
Es esa sensación de pesadez al levantarte por la mañana, esa falta de ánimo para hacer cosas simples o esa constante sensación de cansancio, incluso cuando no has hecho mucho en el día.
La actividad física es como ese “cargador” natural que nos da la energía y vitalidad que necesitamos para afrontar nuestro día a día.
No se trata de escalar montañas todos los días, pero sí de tener la capacidad y energía para hacer lo que amas, ya sea jugar con tus hijos, pasear por el parque o simplemente disfrutar de una tarde con amigos. La falta de ejercicio nos roba esos pequeños placeres.
Por eso, más allá de pensar en el ejercicio como una tarea o una rutina despreciable, veámoslo como una invitación a vivir con pasión y a cuidar de tu cuerpo como si solo tuvieras uno que, de hecho, así es.
Conclusión
No subestimes el poder de mover tu cuerpo.Cuando hablamos de ejercicio, muchos visualizan pesas, sudor y músculos. Pero, el ejercicio va más allá de lo visible; se trata de la salud integral, esa que combina cuerpo, mente y emociones.
El sedentarismo, esa costumbre de pasar horas y horas sentado, es un enemigo silencioso. No avisa, no hace ruido, pero poco a poco va deteriorando nuestra salud.
Desde el riesgo elevado de enfermedades cardíacas, metabólicas, inmunes, óseas, etc., hasta el desafío mental de enfrentar estados de ánimo bajos y problemas emocionales, la ausencia de actividad física puede ser como una sombra que pesa sobre nosotros.
Y como vimos en este artículo, además de lo terriblemente malo que es el sedentarismo para la salud, la falta de ejercicio añade más consecuencias a estos problemas.
Es decir, necesitamos los dos: mayor actividad física al día regular y también algunas sesiones de ejercicio a la semana.
La solución, aunque parezca obvia, no siempre es fácil de aplicar. Requiere compromiso, determinación y, sobre todo, consciencia.
Consciencia de que cada movimiento cuenta, de que cada paso es una victoria y de que la salud no es algo garantizado, sino algo que debemos cuidar y cultivar.
Porque, al final del día, el ejercicio no es una opción, es una decisión para una vida mejor.
Esculpe Tu Vida, Comienza Con Tu Cuerpo.
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