La espondilolisis es una grieta o fractura en una de las vértebras que conforman la columna vertebral. La lesión ocurre con mayor frecuencia en niños y adolescentes que participan en deportes que implican estrés repetido en la espalda baja, como gimnasia, fútbol y levantamiento de pesas.
La espondilolisis se desarrolla comúnmente en edades comprendidas de 10 a 15 años. La mayoría de los adolescentes con espondilolisis no presentan síntomas, o se manifiesta muy leve, por ello se pasan por alto a menudo.
Esta anomalía se observa a menudo en los atletas y muy poco en las personas que no participan activamente en los deportes, aunque algunos estudios difieren de ello. Se cree que aproximadamente 3% a 7% de la población general tiene espondilolisis.
Características de la espondilolisis
La espondilolisis se subdivide en cinco categorías: displásica, ístmica, degenerativa, traumática y patológica, cada una de las cuales representa consideraciones y características distintas para todos los proveedores de salud.
Las afecciones displásicas implican anomalías congénitas (partes atenuadas).
Las roturas ístmicas son lesiones resultantes de fracturas por estrés o fracturas agudas.
Las condiciones degenerativas están relacionadas con la inestabilidad segmentaria y las alteraciones de los procesos articulares, debidas a la degeneración de los discos intervertebrales.
La espondilolisis traumática es el resultado de fracturas agudas en diversas áreas del arco neural.
Las afecciones patológicas implican diversas enfermedades óseas, tumores o infecciones y sus complicaciones.
Síntomas de la espondilolisis
En muchos casos, los pacientes con espondilolisis no presentan síntomas evidentes. Las condiciones ni siquiera pueden ser descubiertas hasta que se toma una radiografía para una lesión o condición no relacionada. Cuando los síntomas ocurren, es común sentir dolor en la parte baja de la espalda, que limita el nivel de actividad del paciente.
Este dolor puede manifestarse de diferentes maneras:
Se siente similar a una tensión muscular.
Puede Irradiar hasta los glúteos y la parte posterior de los muslos.
Empeora con la actividad y mejorar con el descanso.
El inicio del dolor es agudo o gradual, después de una rotación o extensión lumbar de la columna. Algunos pacientes también pueden reportar una historia reciente o antigua de trauma local.
El dolor restringe las actividades cotidianas. Los síntomas típicamente empeoran agudamente después de un evento estresante en particular.
Diagnóstico de espondilolisis
Siempre que un atleta (especialmente un joven atleta en el grupo de edad de 10 a 15 años) experimenta dolor de espalda tras un evento traumático, la espondilolisis debe ser considerada como una causa potencial del dolor.
Típicamente, la espondilolisis sintomática implica una queja de dolor lumbar focal, aunque el dolor también puede extenderse a otras zonas bajas del cuerpo.
La espondilolisis es la causa más común de espondilolistesis ístmica, en la cual un cuerpo vertebral se desliza hacia adelante sobre otro.
Identificar la lesión a través de los casos de déficit neurológico o parálisis son extremadamente raras, y en su mayor parte no es una condición peligrosa.
Las radiografías simples con vistas posteroanterior (P – A), laterales y oblicuas han demostrado ser muy útiles en el diagnóstico inicial del dolor lumbar, pero los estudios por imágenes como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (MRI) son más sensibles para establecer un buen diagnóstico
Causas de la espondilolisis
La espondilolisis es el resultado de una debilidad en una sección de la vértebra llamada pars interarticularis, la delgada pieza de hueso que conecta los segmentos superior e inferior de las articulaciones facetarais.
Las articulaciones de facetas unen las vértebras directamente por encima y por debajo para formar una unidad de trabajo que permite el movimiento de la columna vertebral.
La causa exacta de la debilidad de la pars interarticularis es desconocida. Una teoría apunta a la genética (herencia) como un factor, lo que sugiere que algunas personas nacen con vértebras delgadas y son propensas a mayor riesgo de fracturas.
Otra teoría sugiere que el trauma repetitivo en la parte inferior de la espalda puede debilitar la pars interarticularis.
Tratamiento para la espondilolisis
Hay varias opciones de tratamiento disponibles. El tratamiento quirúrgico está indicado sólo en los casos sintomáticos cuando fallan los métodos conservadores. También se destaca el hecho de que los estudios de imágenes tempranas y múltiples pueden tener un papel en el diagnóstico de lesiones de la pars interarticularis y la selección de los enfoques óptimos de tratamiento.
El tratamiento inicial para la espondilolisis es siempre conservador, y está dirigido a reducir el dolor y devolver a la persona la función normal. La persona afectada debe tomar un descanso de deportes y otras actividades hasta que el dolor disminuye.
Se puede recomendar un antiinflamatorio no esteroideo de venta libre, como el ibuprofeno, para ayudar a reducir el dolor y la inflamación (irritación e hinchazón). Se pueden prescribir medicamentos más fuertes si los otros no proporcionan alivio. Un programa de ejercicios o terapia física ayudará a aumentar el movimiento sin dolor, mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular.
En casos más severos de espondilolisis, se puede usar un soporte ortopédico para ayudar a estabilizar la parte baja de la espalda a medida que se cura la fractura. Las inyecciones de esteroides (inyecciones de las articulaciones de la cara o inyecciones de rama medial / rama dorsal se pueden utilizar más comúnmente que las inyecciones epidurales para este problema) también pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Una vez que se controlan los niveles de dolor, pueden iniciarse ultrasonidos pulsados y contracciones isométricas terapéuticas de la musculatura circundante para promover el flujo sanguíneo adicional, aumentando la producción de colágeno en l parte lesionada. De esta manera, el proceso de curación también se facilita.
Prevención
Aunque la espondilolisis no se puede prevenir, hay pasos que puede tomar para reducir el riesgo de fracturas. Busque atención médica si usted sufre una lesión en la espalda o si tiene dolor lumbar significativo.
El tratamiento temprano de la espondilolisis a menudo resulta en los mejores resultados. Mantener la espalda y los músculos abdominales fuertes pueden ayudar a mantener la espalda baja y prevenir futuras fracturas por estrés.
Si usted tiene espondilolisis, es importante elegir actividades y deportes que no pongan la espalda baja en riesgo de lesión. Natación y ciclismo son opciones posibles.
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