Hidratar de manera adecuada al organismo es indispensable para mantener una buena salud, imprescindible para la vida misma. El agua es el solvente que permite millones de las reacciones químicas del organismo, manteniendo las funciones corporales.
El componente mayoritario de las células del cuerpo (menos de las células grasas) es el agua. Además, protege y lubrica el cerebro y nuestras articulaciones, regula la temperatura corporal, transporta a todas las células del cuerpo todos los nutrientes y elimina las sustancias de desecho.
El principal componente del cuerpo es el agua, representando el 60% del peso corporal en hombres adultos, y 50-55% en mujeres adultas (esto se debe a que las mujeres presentan más grasa corporal). Aproximadamente, dos terceras partes del agua de nuestro cuerpo se encuentra en el interior de nuestras células, una tercera parte se encontraría circulando por el espacio extra celular o espacio intersticial y el plasma sanguíneo.
La cantidad total de agua de nuestro cuerpo y el equilibrio entre la ingesta y la pérdida de agua se controla homeostáticamente a través de un mecanismo que modifica las vías de excreción y estimulan el consumo (sed).
A continuación veras en qué influye una adecuada hidratación en distintas partes de nuestro organismo:
Cerebro
Para que nuestro cerebro funcione adecuadamente es necesaria una adecuada hidratación. Esto es debido a que cuando estamos bien hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta. La deshidratación leve, que significaría una pérdida de agua que llevaría a reducción del peso corporal de un 1 o 2%, puede ya afectar la capacidad de concentración. Una pérdida de más de un 2% del peso corporal debido a la deshidratación puede afectar la capacidad de procesamiento del cerebro y la memoria a corto plazo.
Células
Para transportar hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, así como oxígeno, a las células, es necesario estar bien hidratados. Con una adecuada reposición de agua, las células son capaces de producir la energía necesaria para un buen funcionamiento del cuerpo. Además, la hidratación facilita la eliminación de sustancia de desecho de las células producidos en los procesos metabólicos, permitiendo una función química celular adecuada.
Tracto digestivo
El agua es necesaria para que se produzca la disolución de los nutrientes para que estos puedan ser absorbidos por la sangre y transportados a las células. Una mala hidratación provocará que el proceso digestivo sea más lento y una insuficiente hidratación crónica puede producir estreñimiento, ya que se ralentiza la velocidad del paso de las heces a través del tracto intestinal.
Corazón
Los líquidos son esenciales para el funcionamiento del corazón y una buena regulación del balance de agua es muy importante para mantener la tensión arterial dentro de unos límites saludables. La deshidratación provoca una disminución del rendimiento cardíaco, lo cual incrementa la tasa cardíaca y podría causar una bajada de tensión. El sistema circulatorio abastece de una cantidad constante de oxígeno al cerebro, a los músculos y al resto de tejidos.
Riñones
Para que los riñones funcionen bien también necesitamos agua, de esta manera ayudaremos a eliminar residuos y nutrientes que no son necesarios por la orina. Los riñones regulan los niveles de agua del cuerpo incrementando o disminuyendo el flujo de orina. También mantienen los niveles normales de sodio y otros electrolitos. Los riñones de una persona bien hidratada filtran alrededor de 180 litros de líquidos cada día (la mayor parte de esta agua debe ser reabsorbida para evitar que el cuerpo pierda cantidades excesivas).
Músculos y articulaciones
El agua ayuda a proteger a las articulaciones y a que los músculos funcionen de manera correcta. Los músculos y las articulaciones, junto con los huesos, son necesarios para estar de pie, para sentarse, moverse y realizar todas las actividades diarias. Aproximadamente, entre un 70 y un 75% del músculo está compuesto de agua. El mantenimiento de un balance adecuado de agua es vital para un buen funcionamiento de los músculos y un adecuado rendimiento físico.
Piel
La piel nos protege contra agentes patógenos y ayuda a prevenir el desarrollo de procesos infecciosos y alérgicos. Una adecuada hidratación ayuda a humedecer los tejidos del cuerpo y a preservar la elasticidad, suavidad y color de la piel.
Temperatura
El agua corporal juega un papel importante como termorregulador, regulando la temperatura global del cuerpo mediante la disipación del calor. Si el cuerpo se calienta mucho, pierde agua por el sudor y la evaporación de éste en la superficie de la piel disipa el calor del cuerpo. El sudor es la forma más efectiva de prevenir el sobrecalentamiento del cuerpo.
No se puede sobrevivir mucho tiempo sin beber agua, aunque depende del nivel de actividad que tengamos, del clima y de otros factores. Por lo que vemos, el agua es muy necesaria, y cuanto más mejor. Hidratarse es fundamental para gozar de una buena salud y bienestar, es básico para conseguir un adecuado funcionamiento de todo el organismo.
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