El yoga considera al cuerpo como vehículo del alma en su camino hacia la perfección. Las asanas(postura estable) están diseñadas no sólo para desarrollar el cuerpo sino también para aumentar las facultades mentales y las capacidades espirituales, y deben ser mantenidas un cierto tiempo.
La diferencia entre una postura de yoga y el ejercicio físico normal es que en este último se realizan movimientos violentos de los músculos, mientras que en las posturas de yoga se evitan los ejercicios violentos de los músculos porque producen una gran cantidad de ácido láctico en las fibras musculares. El efecto de este ácido y la fatiga es neutralizado por el oxígeno en la respiración profunda.
El desarrollo muscular no siempre es sinónimo de un cuerpo saludable. La salud es un estado en el que todos los órganos funcionan perfectamente bajo el control inteligente de la mente.
Las posturas se centran primero en la fortaleza y flexibilidad de la columna, de esta manera se incrementa el flujo sanguíneo y los nervios se abastecen de nutrientes y oxígeno. También trabajan en las glándulas, órganos, músculos y sobre las partes mas profundas y sutiles. Los órganos son masajeados y estimulados a través de los movimientos de las asanas y tonificados para su correcto funcionamiento. El sistemas endocrino(glándulas y hormonas) se rejuvenecen, y ayuda a equilibrar las emociones y a mejorar la perspectiva mental de la vida.