El yoga no sólo influye positivamente sobre el nivel hormonal, sino que alivia los síntomas que acompañan a los desarreglos endocrinos.
Las asanas practicadas con regularidad ayudan a mantener el peso ideal, a disminuir los cólicos menstruales, a mejorar el ánimo, a acelerar las curaciones de miomas, quistes, prevenir cáncer de mama.
Un estudio científico demostró que la concentración hormonal de las personas que practicaron este tipo de Yoga ascendió un 254% en cuatro meses: disminuyeron los sofocos, desaparecieron las depresiones y el mal humor, y se aliviaron otros síntomas.
Yoga regula el funcionamiento de las glándulas endocrinas y los chakras, reestablece la salud a través del equilibrio integral. La diferencia de los ejercicios de yoga, respecto a otros deportes y disciplinas corporales es que sus efectos alcanzan la totalidad del cuerpo, vitalizándolo.
El cuerpo físico está regulado por dos sistemas complementarios, nervioso y hormonal, que se influencian mutuamente. El sistema hormonal está compuesto por varios órganos, las glándulas endocrinas. Las asanas de yoga activan las glándulas endocrinas o moderan si su actividad si esta es excesiva. Estas glándulas se encuentran en distintas regiones del cuerpo, pero actúan sobre la totalidad, ya que segregan hormonas en la sangre, que llevan su mensaje al resto del cuerpo.
*Cerebro: Pineal y pituitaria.
En el centro del cerebro encontramos las glándulas pineal (epífisis) y pituitaria (hipófisis). La primera encargada de dirigir los procesos cíclicos del cuerpo, como el sueño, y está vinculada al tiempo y la juventud. La hipófisis es la organizadora del resto de glándulas, regulando y armonizando la actividad de todas ellas como si dirigiera una orquesta de música. Las asanas invertidas actúan sobre estas glándulas maestras, motivo por el que son tan estimadas en yoga.
* Garganta: Tiroides y paratiroides
Situadas en la región de la nuez, con una forma lobulada similar a una mariposa, encontramos las tiroides y las diminutas paratiroides. Regulan el metabolismo general del cuerpo, y el equilibrio del calcio en la sangre. Su correcto funcionamiento se manifiesta como fortaleza, capacidad de acción y resistencia física.
* Pecho: Timo
Durante la infancia en la región del tórax hay una glándula inmunitaria, el timo. Está encargado de la maduración y regulación del sistema inmunitario, pero en la mayor parte de personas disminuye lentamente hasta desaparecer. El yogui que mantiene el timo, tiene unas defensas celulares imbatibles y por lo tanto una salud de hierro.
* Abdomen: Páncreas, hígado y suprarenales
Por debajo del diafragma encontramos gran numero de órganos y vísceras. El páncreas y el hígado son los encargados de regular el nivel de azucar en sangre, imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Las suprarenales, por encima de los riñones rigen el equilibrio hidrico y los estados emocionales de calma, lucha o estrés.
* Pelvis: Gónadas: ovarios y testículos.
Las glándulas sexuales o gónadas, en el extremo opuesto a la pineal, son las responsables directas de los procesos sexuales, pero también están implicadas en la vitalidad y juventud del cuerpo físico. Motivo por el que el yogui que pretende vivir largo tiempo, no niega la sexualidad, sino que consciente del poder de la energía sexual le da un correcto uso.
Vemos en estas líneas que las glándulas endocrinas, son las reguladoras del equilibrio interno. Están implicadas en el metabolismo, pero también en los estados emocionales y los chakras del cuerpo energético. Su correcta puesta en marcha a tavés del yoga, junto con una alimentación adecuada y otros hábitos permite disponer de una salud estable, y por lo tanto más tiempo para dedicar a cuanto el hombre interesa, a la trascendencia.
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