Que es el virus Rotavirus
Los rotavirus, astrovirus, calicivirus (como el virus Norwalk), y adenovirus entéricos son patógenos significativos en la aparición de gastroenteritis viral humana.
Los rotavirus pertenecen a la familia Reoviridae y causan enfermedades en casi todos los mamíferos y aves. El virus es un icosaedro similar a una rueda con triple cubierta, que contiene 11 segmentos de ARN bicatenario. Vistas en el microscopio electrónico, las partículas tienen un diámetro aproximado de 80 nm. Los rotavirus se clasifican en serogrupos (A, B, C, D, E, F y G) y subgrupos (I o II). Las cepas de rotavirus son específicas de especie y no provocan enfermedades en huéspedes heterólogos. El grupo A contiene los patógenos humanos comunes y también una serie de virus animales. Los rotavirus del grupo B se han descrito como responsables de enfermedades graves en lactantes y adultos sólo en China. Se ha informado de epidemias humanas ocasionales por rotavirus de grupo C. En cuanto a los otros serogrupos, no afectan a seres humanos.
¿A quien afecta?
Se estima que los rotavirus originan en todo el mundo más de 111 millones de casos anuales de diarrea entre los niños menores de 5 años, de los que por lo menos 18 millones son moderadamente graves, y hay alrededor de 500.000 muertes anuales.
En Estados Unidos, los rotavirus provocan cada año 3 millones de casos de diarrea, 80.000 hospitalizaciones y 20-40 muertes anuales. La infección por rotavirus es más común en los meses invernales en los climas templados. En Estados Unidos, el pico invernal anual se extiende de oeste a este. A diferencia del caso de otros virus invernales, como los de la gripe, esa onda de incidencia aumentada no se debe a una sola cepa o serotipo prevalentes. De modo típico, en cada comunidad concreta predominan varios serotipos durante una o dos estaciones, mientras que en lugares cercanos pueden prevalecer cepas no relacionadas. La enfermedad de diarrea por rotavirus tiende a ser más grave en pacientes de 3- 24 meses de edad, aunque el 25% de los casos graves ocurren después de los 2 años de edad, y casi todos los niños presentan indicios serológicos de infección a los 4-5 años. Los lactantes menores de 3 meses están relativamente protegidos por los anticuerpos transplacentarios y tal vez por la lactancia materna. Las infecciones de los recién nacidos y adultos en contacto íntimo con niños infectados suelen ser asintomáticas. Algunas cepas de rotavirus han colonizado durante años y de modo estable las unidades neonatales, infectando a casi todos los recién nacidos, pero sin enfermedad franca.
Los rotavirus y otros virus productores de gastroenteritis se diseminan con eficacia por vía fecal-oral, y los brotes epidémicos son frecuentes en los hospitales pediátricos y en las guarderías. El virus se elimina con las heces a concentraciones muy altas, antes y también varios días después de la enfermedad clínica. Se necesitan muy pocos viriones infecciosos para causar diarrea por rotavirus en un huésped susceptible.
¿Que produce los Rotavirus?
Los virus que causan diarrea por rotavirus en el ser humano infectan y destruyen selectivamente las células de las puntas de las vellosidades en el intestino delgado. Las biopsias de este intestino muestran grados variables de acortamiento de las vellosidades e infiltrado de células redondas en la lámina propia.
Es posible que los cambios anatomopatológicos no se correlacionen con la gravedad de los síntomas clínicos, y las lesiones suelen desaparecer antes de la resolución clínica de la diarrea. La mucosa gástrica no resulta afectada, a pesar del uso del término habitual gastroenteritis, si bien se ha documentado un retraso del vaciamiento gástrico en la infección por virus Norwalk. En el intestino delgado, los enterocitos de la parte superior de las vellosidades son células diferenciadas, con funciones digestivas, como la hidrólisis de los disacáridos, y absortivas, como el transporte de agua y electrólitos a través de cotransportadores de glucosa y aminoácidos. Los enterocitos de las criptas son células indiferenciadas, que carecen de las enzimas hidrolíticas del borde en cepillo, y son secretoras netas de agua y electrólitos.
La infección vírica selectiva de las puntas de las vellosidades intestinales provoca: 1) una disminución de la absorción de sal y agua y un desequilibrio de la relación entre la absorción y la secreción de líquido por parte del intestino, y 2) una disminución de la actividad disacaridasa y una malabsorción de carbohidratos complejos, en particular la lactosa.
La mayoría de los indicios apoya el primer mecanismo como factor más decisivo en la génesis de la diarrea por rotaviurus. Se ha propuesto que una proteína no estructural de los rotavirus (NSP4) actúa como una enterotoxina. La infección extraintestinal sintomática es infrecuente en personas inmunocompetentes, mientras que los pacientes inmunodeprimidos pueden experimentar afectación hepática y renal. La mayor vulnerabilidad de los lactantes (en comparación con los niños mayores y los adultos) a la morbilidad grave y la mortalidad por virus productores de gastroenteritis se relaciona con varios factores, como una disminución de la función de reserva intestinal, una falta de inmunidad específica y una disminución de los mecanismos inespecíficos de defensa del huésped, como la acidez y el moco gástricos. La enteritis vírica aumenta mucho la permeabilidad intestinal a las macromoléculas luminales, y se ha sugerido que aumenta el riesgo de alergias alimentarias.
Síntomas
En los casos típicos, la infección por rotavirus empieza tras un período de incubación menor de 48 horas (rango, 1-7 días), con fiebre leve o moderada y vómitos, seguidos por el comienzo de deposiciones acuosas frecuentes. Los tres síntomas aparecen en el 50-60% de los casos. Los vómitos y la fiebre suelen ceder en el segundo día de enfermedad, pero la diarrea continúa muchas veces durante 5-7 días. Las deposiciones no contienen sangre macroscópica ni leucocitos.
Puede aparecer deshidratación y progresar con rapidez, sobre todo en los lactantes. La forma más grave suele producirse en niños de 4-36 meses de edad. Los niños desnutridos y los que sufren enfermedades intestinales subyacentes, como el síndrome de intestino corto, están más predispuestos a la diarrea por rotavirus.
Pocas veces los niños con inmunodeficiencia experimentan una enfermedad grave y prolongada. Aunque la mayoría de los recién nacidos infectados permanecen asintomáticos, se han asociado algunas epidemias de enterocolitis necrosante con la aparición de una nueva cepa de rotavirus en las unidades neonatales afectadas. El curso clínico de la enfermedad por astrovirus parece similar al de la causada por diarrea por rotavirus, con la notable excepción de que tiende a ser más leve, con menos deshidratación. La enteritis por adenovirus suele causar diarrea de mayor duración, a menudo durante 10 o 14 días.
El virus Norwalk tiene un período de incubación corto (12 horas), y en la enfermedad relacionada con él suelen predominar los vómitos y las náuseas. Su duración suele ser menor, con un período sintomático de 1-3 días. Las características clínicas y epidemiológicas de esta infección recuerdan mucho a la denominada intoxicación alimentaria por toxinas preformadas, como las de Staphylococcus aureus y Bacillus cereus.
Tratamiento
Los objetivos principales del tratamiento de la enteritis vírica son evitar la deshidratación y tratarla si ya se ha producido. Como objetivo secundario, se debe mantener la situación nutricional del paciente.
Los fármacos antivirales no tienen ninguna función en el tratamiento de la gastroenteritis por virus. Los estudios controlados no han demostrado beneficios del uso de fármacos antieméticos o antidiarreicos, y en cambio existe un riesgo significativo de efectos secundarios graves. Los antibióticos tampoco tienen efecto alguno. Se han administrado inmunoglobulinas por vía oral a pacientes con inmunodeficiencias y a personas por lo demás normales, aquejados de gastroenteritis grave por rotavirus, pero es un tratamiento por ahora experimental. Se ha comprobado que la terapia con microorganismos probióticos, como las especies Lactobacillus, sólo es útil en los casos leves y no en la enfermedad causante de deshidratación.
Prevención
Una buena higiene reduce la transmisión de la gastroenteritis vírica o diarrea por rotavirus, pero incluso en las sociedades más higiénicas casi todos los niños se contagian, como resultado de la eficacia de la infección por los virus de gastroenteritis. El lavado de manos correcto y los procedimientos de aislamiento ayudan a controlar las epidemias nosocomiales. La función de la lactancia materna para prevenir o mejorar la infección por rotavirus puede ser pequeña, dada la protección variable observada en varios estudios. Las vacunas ofrecen la mejor esperanza para controlar estas infecciones ubicuas.
Vacunas. En Estados Unidos, se autorizó una vacuna oral viva pentavalente contra los rotavirus en 2006. La vacuna contenía 5 rotavirus reordenados aislados de huéspedes humanos y bovinos. Cuatro de los rotavirus reordenados expresan 1 de las proteínas externas (G1, G2, G3 o G4) y el 5.º expresa la proteína P1A (genotipo P[8]) de la cepa progenitora del rotavirus humano. La vacuna pentavalente protege contra la gastroenteritis por rotavirus cuando se administra según una serie de 3 dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad.
La primera dosis debería administrarse entre las 6 y las 12 semanas de edad, y la totalidad de las 3 dosis debería completarse antes de las 32 semanas de edad. La vacuna proporciona una protección considerable contra la gastroenteritis por rotavirus, con una eficacia primaria del 98% contra la gastroenteritis grave por rotavirus causada por los serotipos G1-G4 y del 74% contra la gastroenteritis de cualquier gravedad, durante la primera temporada de rotavirus tras la vacunación.
Proporciona una reducción del 96% de los ingresos debidos a gastroenteritis o diarrea por rotavirus durante el 1.º y 2.º años tras la 3.ª dosis. En un estudio realizado con 70.000 lactantes, la vacuna pentavalente no incrementó el riesgo de invaginación intestinal. Recientemente se ha autorizado otra vacuna monovalente contra rotavirus en México y parece ser segura y eficaz. Previamente, se había autorizado una vacuna trivalente contra rotavirus en Estados Unidos en 1998, pero con posterioridad se relacionó con un mayor riesgo de invaginación, sobre todo durante el período de 3-14 días posteriores a la 1.ª dosis y durante el período de 3-7 días posteriores a la 2.ª dosis. Se retiró del mercado en 1999.
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