Entonces decidí seguir los consejos de la doctora Maite Niecuesa en la web Mamá y Empresaria y logré por fin que mis fines de semana fuesen reparadores y me ayudasen a recargar las pilas para la nueva semana:
1. Rompe con tus rutinas en los fines de semana
Romper la rutina es importante. Pero no solo debes romper la rutina respecto a la semana, debes evitar a toda costa que todos tus fines de semana sean iguales, no hagas lo mismo todos los sábados porque la monotonía extrema te agotará. Si tienes niños pequeños, es buena idea pedirles que te propongan ellos el plan, de esta manera también fomentarás su creatividad y sentirán que su opinión importa.
2. El fin de semana es para ser ociosa
No te quedes en casa. Aunque pienses que en casa vas a descansar, vas a estar preocupándote de todo lo referente a tu hogar. Después de comer habrá que recoger, empezarás a preocuparte de que hay que reparar alguna cosa…
Queda con tus amigos, haz planes con tu familia y potencia las relaciones con ellos; al fin y al cabo, es lo que no haces durante la semana… Y sobretodo, evita pasar el fin de semana delante de la televisión o el ordenador, debes marcar distancias con las tecnologías.
3. Improvisa
Márcate una meta durante tu fin de semana y adórnala.
Por ejemplo, puedes decidir ir el sábado a la playa y empezar a adornar el plan decidiendo que comeréis allí (no olvides tu sombrilla y protector solar), invitar a algunos amigos, llevar algún juego de cartas, decidir dar un buen paseo o tomar algo refrescante después de la jornada playera, etc…
Es importante tener un plan pero no detallarlo al 100%.
4. El fin de semana es para desconectar
No hables de temas de trabajo.
Sé muy bien que es tentador, que querrás compartir con tus familiares o amigos alguna anécdota que te haya pasado durante la semana, pero inevitablemente acabarás hablando de algo que no te haya gustado o de algún disgusto que hayas tenido. De esta manera, el estrés de la semana volverá y acabarás pensando e incluso haciendo cosas de tu trabajo cuando deberías estar descansando.
5. Duerme lo suficiente
Nunca me cansaré de repetirlo: Hay que dormir. Ni mucho ni poco, lo suficiente, pero HAY QUE DORMIR.
A todas nos pasa que, durante la semana, no logramos dormir lo suficiente. De hecho hay veces que a duras penas logramos cerrar los ojos unas 6 horas cuando deberíamos dormir como mínimo 8. El estrés del trabajo, las obligaciones familiares, los problemas de algunas amistades… todo contribuye a que Morfeo no se quiera acercar a nosotros y, desgraciadamente, le necesitamos.
Aprovecha la noche del viernes y el sábado para recuperar tus horas de sueño.Y si eres de las que madruga para no perder el día, una siesta de media hora te ayudará a reponer fuerzas.