Foto Viktor Hanacek
A diario tenemos tareas para cumplir, pero no todas son tan atractivas como quisiéramos. Lastimosamente desearíamos que cada día tuviera más de lo que disfrutamos, pero es normal que hayan algunas obligaciones que debemos cumplir aunque no sean de nuestro agrado. Generalmente en la batalla entre esas cosas que nos gustan y las que no, terminan ganando las placenteras y las otras, muchas veces terminan convirtiéndose en un montón de cosas pequeñas pero no tan divertidas.
Esta costumbre de evitar ciertas actividades por hacer otras más placenteras es llamado procastinación, y es quizás uno de los mayores enemigos de la productividad de acuerdo a muchos expertos en el tema.
Procastinación es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. WikipediaEl problema con postergar estas actividades no deseadas, es que tarde o temprano te verás obligado a atenderlas y el asunto se agrava ya que pueden acumularse en una forma tal que el resultado puede ser catastrófico. Sin embargo, esto se podría haber evitado si hubieras atendido estas tareas en el momento adecuado, apelando a tu fuerza de voluntad. Luego de leer varios artículos sobre esto, te comparto algunos consejos que he encontrado y he ido practicando, los cuales pueden ayudarte a evitar la procastinación y no solo aumentar tu productividad, sino también tu motivación, reduciendo preocupaciones posteriores causada por los efectos acumulativos de las tareas no realizadas. Además te puedes ahorrar la culpa de ver que muchas veces que contabas con todos los recursos para resolver tareas rápidamente, pero por tu propia decisión no lo hiciste.
Haz una lista: Comienza por hacer un listado de las tareas que debes realizar, identificando tanto las laborales, como las personales y si es posible establece fechas límite.
Define prioridades para las tareas: Luego de tener listadas tus tareas, esteblece una prioridad y estima una complejidad y duración a cada una.
Agrupa tareas: Luego de tener el listado priorizado, define grupos para realizar en cada sesión de trabajo y asegúrate de aferrarte a las prioridades y las fechas y no solo a tus gustos personales por determinadas tareas.
Enfócate 5 minutos: Al iniciar cada tarea, comprométete a dedicarle de manera exclusiva 5 minutos contínuos de trabajo. Quizás no todas las tareas puedan ser finalizadas en este tiempo, pero la verdadera barrera para vencer la procastinación es comenzar a trabajar en lo que no nos gusta. Si inicias una tarea, especialmente las no placenteras, pero te enfocas en ella al menos 5 minutos te puede ser más fácil continuarla y terminarla.
Registra las tareas finalizadas: Asegúrate de tachar de tu lista las tareas finalizadas. El hecho de registrar lo finalizado ayuda a la motivación ya que genera una sensación de progreso y si en este progreso están tareas incómodas, la sensación es mejor ya que sabes que superaste un reto mayor.
A pesar de que existen innumerables herramientas para llevar el control de las tareas, muchos recomiendan escribirlas en papel, ya que esto fortalece la relación y el compromiso con las tareas. Si deseas usar una herramienta, yo uso Any.Do que con el plan gratuito es bastante funcional.
Para concluir, quisiera dejarte claro que convertir el reto de los primeros 5 minutos en un hábito puede ser ideal para poder ir finalizando tus tareas, en especial aquellas que generalmente terminan acumuladas al final de la semana. Un hallazgo adicional del proceso es que encontrarás que muchas tareas que normalmente postergabas, se pueden resolver en los 5 minutos que se dedican a ella.
Evitar la procastinación puede ser clave para poder sacar adelante tus ideas y ejecutar adecuadamente soluciones a problemas, ya que no siempre todas las alternativas a probar pueden ser de nuestro total agrado.
Si quieres leer más mira:
The Surefire First Step to Stop Procrastinating
How to Stop Procrastinating by Using the "2-Minute Rule"