No se a vosotros pero a mí el estrés me supera. Pienso que actualmente vivimos muy estresados y muchas veces solo afrontándolo conseguimos relajarnos.
Mi consejo es que cuando estés en plena vorágine le dediques unos minutos y veras como en lugar de perder el tiempo lo ganas.
Para aprender a controlarlo hay infinidad de ideas, hoy te propongo unas cuantas que estoy segura te van a venir de perlas.
Está demostrado que un buen grito es un buen sedante, ayuda a calmar tensiones, mitiga los ánimos y mejora el equilibrio personal. También atenúa la angustia, ansiedad y el dolor, así que no te reprimas aunque siempre nos han dicho que gritar es de mala educación, cuando lo necesites, grita!
Sonríe y si te lo pide el cuerpo ríe. Reír alivia la tensión, libera la mente y nos hace ver los problemas desde otro punto de vista. Así que ríe y cuanto más, mejor!
Intenta, aunque te acompañen los nervios, caminar despacio. Siente el movimiento, el ritmo, tus pasos, el viento, aire o sol en tu cara.
A la basura con los pensamientos tóxicos! No nos hacen nada bien. Si algo te carcome, es tan fácil desacerte de ello como decir basta! Si algo no sirve o nos molesta es mejor tirarlo a la “basura”, aunque sea virtualmente, visualiza el pensamiento negativo y tiralo!
Y para terminar y si dispones de tiempo te recomiendo un buen masaje. Es muy relajante y eficaz contra el estrés. Libera la tensión bloqueada en el cuerpo y relaja el sistema nervioso por el contacto de las manos sobre la piel consiguiendo descanso y revitalización.
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Fuente: este post proviene de El Desván de Vicensi, donde puedes consultar el contenido original.
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