Agua, fuente de salud
Está claro que el agua es la bebida esencial que nos ayudará a evitar la deshidratación durante la época estival. La cantidad de líquido diario recomendada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (AESAN) son de entre dos y tres litros al día. Hacer pequeños sorbos hace que no nos empachemos de agua. Además, el agua no engorda. Cumple sus funciones orgánicas; participa en los procesos fisiológicos de la digestión, absorción y eliminación de desechos.
Zumos naturales
Además de agua, totalmente imprescindible en tales meses, los zumos naturales son también muy buenos para frenar la deshidratación. Si son naturales son mejores porque cuentan con las propiedades de las frutas. Quedan descartadas aquellas bebidas que llevan azúcar, pues al contrario de lo que se pueda pensar pueden darnos más calor.
Frutas
El agua puede obtenerse a través de ciertos alimentos que nos ayudarán con esto de la deshidratación. Especialmente hablamos de las frutas, como el melón, la sandía o la pera que son frutas que llevan mucha agua. Si bien todas las frutas son recomendables todo el año, y más en verano.
Verduras
Las verduras también son alimentos que nos ayudarán a hidratarnos. La ventaja es que en verano las podemos tomar junto a ensaladas, con pasta y acompañando platos. El apio, por ejemplo, es una de las verduras más hidratantes que se conocen.
Somos agua
Nuestro cuerpo está formado por agua, y esta supone entre el 55% y el 60% del peso corporal. El cuerpo no almacena esta agua, por lo que al perderla, en forma de sudor y otras, necesitamos reponerla enseguida para nos deshidratarnos.