Esto es particularmente cierto entre los corredores principiantes, que creen que correr lento no sirve para nada, que sólo sirve entrenar al tope de nuestra capacidad, y el resto es una pérdida de tiempo. Ya vimos que podemos elegir entre correr rápido o lento teniendo cada uno sus ventajas, hoy haremos hincapié en los beneficios de la carrera a un ritmo más bajo.
En algunos casos, esgrimirán excusas como que no pueden correr lento, que se aburren o se sienten torpes, o que puede parecer que están en un estado físico pobre.
Sin embargo, hay cuatro beneficios de correr lento durante mucho tiempo.
4 Beneficios de correr lento durante mucho tiempo para usar en nuestros entrenamientos.
Son los siguientes:
1 – Entrenamiento del sistema aeróbico:
Nuestro cuerpo tiene, básicamente, dos fuentes principales de energía: los carbohidratos (almacenados como glucógeno en nuestros músculos e hígado) y las grasas. Para utilizar estas fuentes de energía, nuestro cuerpo trabaja con dos sistemas energéticos diferentes: el aeróbico y el anaeróbico.
El sistema aeróbico necesita de oxígeno, de ahí su nombre. Usa carbohidratos, grasas y proteínas para producir energía, de una manera lenta, pero más eficiente que en el sistema anaeróbico. De manera que este sistema es el que usamos cuando corremos lentamente, y no necesitamos energía de manera rápida.
Si corremos rápido, necesitaremos energía en forma rápida y constante, y no estaremos inhalando suficiente oxígeno, por lo que entrará en acción el sistema anaeróbico, que abastecerá de energía a tu cuerpo en forma rápida, pero durante menos tiempo.
Dado que ambos sistemas energéticos trabajan alternados, la energía que usamos nunca proviene exclusivamente de un sistema u otro. En distancias largas, el sistema aeróbico proporciona alrededor del 90% de la energía. Es por eso que es tan importante entrenar a nuestro cuerpo a trabajar de manera eficiente a ritmos lentos.
2 – Disminuir el riesgo de lesiones:
Existe un mayor riesgo de sufrir lesiones corporales al entrenar corriendo rápido. Luego de un entrenamiento exigente, el cuerpo presenta microdesgarros musculares, deshidratación, agotamiento del glucógeno y otros problemas. Es por eso que nuestro cuerpo necesitará tiempo para recuperarse, y no logrará hacerlo si seguimos corriendo rápido. Se puede tomar un descanso completo, o reducir la velocidad al correr. De esta forma se evitarán lesiones por sobrecarga, y se construirá la constancia que es tan necesaria en un corredor.
3 – Evitar el exceso de entrenamiento:
Si se corre mucho todos los días, el cuerpo acumula cansancio y se producirá el sobreentrenamiento, que provoca una baja en el rendimiento, haciendo que el entrenamiento deje de ser efectivo.
Un entrenamiento lento puede ayudar a recuperar energías, al tiempo que entrenará tu resistencia, sin someterte a un desgaste excesivo.
4 – Aumento de la distancia recorrida:
Correr rápido hará que puedas recorrer una cantidad de kilómetros menor, dado que te cansarás más rápido y tus reservas de energía disminuirán dramáticamente, además de que una lesión es mucho más factible. Si quieres aumentar el kilometraje, deberás correr a ritmo más lento, evitando los entrenamientos a gran velocidad.
Es posible que te parezca aburrido o inútil, pero no lo es. Correr más lento es una forma segura y efectiva de correr más kilómetros, durante más tiempo.
Por último…
Si ya te has decidido a correr, sigue estos consejos que debemos poner en práctica.
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