El running es un deporte que ha estado muy de moda últimamente, y cada día más personas salen a su parque favorito para correr. Aquellos que apenas comienzan a correr siempre tienen la duda de si entrenar de forma rápida y explosiva o de manera calmada y con energía guardada. Aquí la respuesta.
Ambas son buenas opciones
La respuesta a la pregunta del título es la siguiente: Practicar ambos te ayudarán a mejorar mucho. Correr lento o correr rápido tienen diferentes beneficios para ti que apenas comienzas en el mundo de running. Aquí una explicación más clara.
Correr lento: Debes de optar correr lento unos días a la semana, ya que los movimientos pausados te ayudarán a incrementar la masa muscular de las piernas, glúteos y abdomen. La carrera lenta tiene un beneficio extraordinario: Te ayudará a llegar cada día más lejos en cuanto a kilometraje se refiere, además de que tu capacidad aeróbica y anaeróbica se verán beneficiados. Otro punto es que podrás entrenar más tiempo, que se traduce a más calorías quemadas y pérdida de grasa.
Correr Rápido: Si haces carreras largas no llegarás muy lejos en cuanto a kilómetros se refiere. No debes dejar de lado este entrenamiento, ya que tus articulaciones sentirán los beneficios, además de que tu cuerpo se estilizará. El beneficio principal es que tendrás más potencia y más coordinación en tus movimiento, ideales si quieres participar en una carrera o mejorar tus tiempos en distintos kilometrajes.
El consejo personal que te puedo dar es el siguiente: Entrena 3 días salteado carrera lenta para mejorar tu kilometraje y 2 días carrera rápida para tu explosividad y fuerza. Ambas opciones son excelentes.
Imagen cortesía de: en.wikipedia.org, en dominio público
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