Como sabrás, cada persona debe beber al menos un litro de agua al día para aportarle al cuerpo la cantidad de hidratación que necesita. Sin embargo, hay momentos en los que es mejor posponer la ingesta de agua, ya que pueden interferir con el correcto desarrollo de tu digestión.
En este artículo, vamos a profundizar acerca de las creencias y mitos que existen alrededor de ingerir agua antes, durante y después de las comidas.
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¿Beber después de las comidas es saludable?
Beber agua después de las comidas sí es saludable. No obstante, no debes hacerlo justo después de terminar de comer. Si bebes agua justo al finalizar tu comida, esta podría diluir los jugos gástricos que tu estómago está creando para deglutir la comida.
Por ello, son muchos los nutricionistas que aconsejan esperar entre treinta minutos y una hora antes de ingerir una gran cantidad de agua. De esta manera, los jugos gástricos mantendrán su PH natural y la descomposición de la comida para su digestión será mucho más fácil para tu organismo.
Resulta interesante que sepas que es mejor que bebas el agua a una temperatura no muy fría. Tomar una cantidad importante de agua muy fría después de comer será aún más perjudicial.
Para entender el por qué de esto, debes saber que cuando tu cuerpo está haciendo la digestión, reúne todo el calor posible alrededor de los órganos que la llevan a cabo. Por ello, a muchas personas les entra un poco de frío cuando terminan de comer. Por tanto, si ingieres agua muy fría estarás perjudicando el desarrollo de la digestión.
De esta manera, lo ideal si te sientes sediento tras comer es que tomes el agua a temperatura natural o, si no tienes inconveniente, ligeramente caliente. Así saciarás tu sed sin interrumpir ni perjudicar la asimilación de los alimentos.
¿Por qué es malo beber agua antes de las comidas?
La primera razón por la que se suele decir que hacer esto puede ayudar a adelgazar es por el hecho de que si bebes agua justo antes de comer, te sentirás más lleno y entonces comerás menos. En primer lugar, hay que admitir que esta afirmación tiene parte de verdad. El hecho de beber agua antes de comer “engaña” a tu estómago y hará que te sientas saciado y, por tanto, comas menos durante la comida.
Un estudio del American Chemical Society de Boston presentado en el año 2010 afirmó que las personas que antes de comer bebieron dos vasos de 230 mililitros comieron entre 65 y 90 calorías menos. Pero ¿realmente merece la pena hacer esto? La respuesta es un rotundo NO.
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Cada una de las partes que intervienen en nuestra digestión llevan a cabo su propia función. Así pues, nuestro estómago se encarga de descomponer las comidas para que estas pasen al siguiente escalafón de la asimilación. Para ello, este órgano se encarga de crear un ambiente ácido capaz de deshacer fácilmente la comida que ingieres.
Así pues, si haces una ingesta elevada de agua antes de la comida estarás modificando el PH de tu estómago y, por tanto, perjudicando su labor. Además, este ambiente ácido que se encuentra en el estómago también ayuda a que las posibles bacterias que se encuentren en los alimentos sean eliminadas.
Por tanto, dada la baja cantidad de calorías que te “ahorras”, no merece la pena perjudicar por ello a tu organismo.
Y durante las comidas, ¿también es malo beber agua?
Otro de estos consejos o mitos acerca de la ingesta de agua que seguro has oído es que beber agua mientras comes te ayudará a comer menos. No obstante, el hecho de beber demasiado durante las comidas tampoco es aconsejable.
De hecho, lo que no es aconsejable es beber mientras tienes el alimento dentro de la boca. Además de que resulta peligroso debido a que puedes ahogarte, hay una razón muy poco conocida que hace de esta práctica algo nada beneficioso para tu digestión.
Mientras masticas los alimentos, en tu saliva se genera una enzima llamada ptialina. Esta enzima es una de las encargadas de regular la digestión. La ptialina se produce en tus glándulas salivares y mientras masticas se mezcla con los alimentos, de manera que los vuelve más esponjosos ayudando así a que cuando lleguen al estómago se deglutan mejor.
Si bebes mucha agua mientras masticas los alimentos, esta enzima no podrá mezclarse bien con dichos alimentos y la deglución de los mismos será más complicada.
Cabe destacar que no se trata de que comas sin beber nada. Obviamente puedes beber agua mientras comes para que no se te quede la boca seca. La cosa está en que no bebas mucha cantidad mientras masticas y en que no bebas mucha cantidad antes de comer.
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Lo primero es la salud, no la estética
Como conclusión, es muy importante que tengas claro el hecho de que lo primero es tu salud. Muchas veces, puedes sentirte tan acomplejado por tu aspecto o forma física que estés dispuesto a probar todos estos supuestos atajos que te ayudarán a bajar de peso sin esfuerzo.
Por desgracia, los mitos acerca de la ingesta de agua no son más que eso, simples mitos. Realmente, no tienen un efecto lo suficientemente determinante en cuanto a la reducción del peso. Y lo más importante es que pueden afectar negativamente a tu salud.
Debes concienciarte de que si lo que buscas es disminuir tu peso, tendrás que esforzarte haciendo una dieta equilibrada y ejercicio. Además de, claro está, evitar los atracones. En cualquier caso, planear la ingesta de agua para comer menos no hará más que machacar tu sistema digestivo.
Por tanto, si te sientes sediento después de comer, sigue los consejos que te hemos dado anteriormente y tus digestiones serán menos pesadas y perjudiciales para tu salud.
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