¿Qué es alimentación consciente?
Ya te había hablado algo de ello en otros artículos de este blog como “alimentación saludable con atención plena”, “Estilo de vida saludable. Las tres claves que no fallan” y “mindful eating o la consciencia de alimentarte” que te recomiendo repases.
Pues es algo tan simple, pero a veces tan complejo de llevar a cabo por el ritmo frenético de vida que prevalece, como poner atención en el acto de comer. La práctica de mindfulness en la alimentación consciente, desde que decides que ingerir, hasta preceder a la compra de los alimentos, su posterior cocinado, la preparación de los menús y su ingesta. Así de sencillo y así de retador. Poner atención plena en uno de los momentos, junto al arte de respirar, más importantes para la vida, como es alimentarte.
Alimentación consciente y dietas
Mientras una enorme parte de la humanidad pasa hambre, una pequeña porción de seres humanos que tendemos a movernos en la inconsciencia, nos sumimos cada dos por tres en el mundo de las dietas. ¿No te parece una aberración?
En el caso de la alimentación consciente, no estaríamos hablando de una dieta como la entendemos tradicionalmente; sino adquirir una nueva relación con la alimentación de una forma saludable y beneficiosa para ti y para el planeta. Es disfrutar del acto de comer, desde que piensas lo que vas a comer, hasta que te sientas, con el debido respeto y devoción, a ingerir lo que has preparado o lo que te han preparado o lo que has decidido que te preparen. (Por cierto que no hay algo tan bello como que alguien te prepare la comida. Tómalo siempre como un gran acto de amor y respeto)
Por tanto, alimentación consciente no es una dieta. Es un cambio en tu forma de comer. Precisamente, cuando entres en ese proceso a través de la práctica de la atención plena, no volverás a hacer una dieta por cuanto tu manera de comer será sana y saludable.
La alimentación consciente es salud.
Cuando has realizado un programa de atención plena o mindfulness (En Plenacción lo puedes hacer de varias formas): te das cuenta que el ritmo de vida que llevas habitualmente no es el normal ni el más beneficioso para una vida plena. Recuerda que sólo tienes una y no puedes repetir (como me decía un amigo, lo de la reencarnación está muy bien, pero el problema es que no te acuerdas).
De la misma forma que no le echas a tu moto o a tu coche lejía para que se mueva, no le debemos echar a nuestro cuerpo otros tipos de “lejías alimenticias” como solemos hacerlo habitualmente.
El cuerpo es una máquina con la que quieras o no vas a tener que convivir toda la vida. ¿por qué nos obcecamos en no cuidarlo?.
En el equilibrio mente cuerpo está el principio de la sabiduría.
Alimentación consciente y emoción
A través de la práctica de la atención plena, cuando te conviertes en observador de tus propias emociones y eres capaz de cambiar reacción por respuesta (cuando hay desatención hay reacción-cuando hay atención hay respuesta consciente), te das cuenta como muchas veces comes en función de tu estado emocional.
El estrés, los nervios y la tensión te hacen comer con desatención y mal.
La serenidad, la paz interior y un estado de equilibrio mente-cuerpo te ayuda a sostener una alimentación consciente y una mejor calidad de vida.
Prevenir la enfermedad, sostener una buena calidad de vida, llevar una vida sana y equilibrada, puede ser un buen objetivo a mantener a través de poner consciencia en la alimentación. Trabajar con prácticas mindfulness para ello, es un buen camino que te recomiendo
Claves para practicar una alimentación consciente
Aquí tienes unas sencillas claves para comenzar a practicar la alimentación consciente:
-Preguntas para comer. A la hora de ponerte a comer, puedes hacer un sencillo gesto, como es, en modo escáner, hacerte estas preguntas:
¿Tengo hambre?
¿Dónde siento el hambre?
¿Qué parte de mí tiene hambre?
¿Qué es lo que realmente ansío?
En la respuesta consciente, podrás observar lo que realmente necesitas comer y por qué y es que podemos decir que hay 7 tipos de hambre como señala Jan Chozen Bays en su libro “Comer atentos”: Hambre visual, olfativa, bucal, estomacal, celular, mental y del corazón.
-Toca los alimentos. Pon todos los sentidos a la hora de relacionarte con tu alimentación. Disfruta de ellos desde el primer momento. Tanto si eres tú quien los adquiere, como a la hora de cocinarlos. La alimentación es vida y como tal debes atenderla.
-Come en silencio. Te invito a que hagas esa prueba de vez en cuando. Tanto si comes solo o sola o en familia. Disfruta del silencio en la mera atención a lo que estás comiendo. Disfruta de texturas, sabores, olores
-Sé consciente de lo que hay detrás. Para que el plato que te estás comiendo, haya llegado hasta tu mesa, muchos han tenido que trabajar para que ahora tu lo disfrutes aunque por ello hayas pagado. El respeto por ese proceso, es fundamental a la hora de una alimentación consciente.
Una práctica sencilla de alimentación consciente
Te propongo una pequeña práctica que es un sencillo juego de los sentidos y que es muy sencillo de hacer. Para ello tan sólo vas a necesitar una uva pasa, o una uva normal, o un gajo de mandarina. Algo pequeño y que no se te deshaga en la mano. Siéntate en silencio y tranquilamente ante la mesa y sitúa lo que te vas a comer delante de ti. Obsérvalo atentamente. Imagina que es la primera vez que estás ante eso que vas a ingerir. Sitúa esa porción de alimento en la palma de tu mano. Vas a proceder a investigar “eso” que tienes en la palma de la mano con los 5 sentidos. Míra, toca, huele…observa con atención y serenidad. Métetelo en la boca pero no lo muerdas ni lo tragues. Explóralo con la lengua Procede después a masticarlo lentamente. Centra toda tu atención en su textura, su sabor, incluso su aroma. Al tragarlo, por atención en el recorrido que realiza eso que has tragado. Piensa a continuación todo el proceso que hará ese alimento. Sé consciente de la parte que se integrará en tu cuerpo para darle vida a tus células y de la parte que será expulsada.
Es el perfecto equilibrio que ocurre cada vez que comemos. Es la vida moviéndose y manifestándose en todo su esplendor.
Sin embargo, no somos conscientes debido al ritmo de vida que trata continuamente de imponerse. En ti y sólo en ti, está comenzar a cambiar un pequeño hábito para disponer de una nueva relación con un proceso tan fundamental y básico como es comer.
Te invito de corazón a que inicies el proceso.