Adiós a la “operación bikini”, ¡¡por fin!!

Hoy he visto un corto montado para recaudar fondos para financiar la producción de una película documental que se llama "Just Eat" (Tan solo come).

Los datos que he oído son espeluznantes. En EEUU mueren cada año 8.395 personas por la enfermedad mental que más muertes causa en ese país, la anorexia, cuyo tratamiento, por añadir sufrimiento a la historia, no está cubierto por ningún seguro médico. Me consta que los datos en nuestro país no son mucho más optimistas.

Los que no tenemos que enfrentarnos a diario a este tipo de trastorno de la conducta alimentaria (TAC) tendemos a pensar que las personas afectadas podrían curarse con solo comer y nos vienen a la memoria los casos extremos que los medios de comunicación nos han mostrado en más de una ocasión.

Estaréis conmigo que el sumum de la elegancia es Audrey Hepburn, icono de belleza y estilo. Poca gente sabe que su delgadez proviene del hambre que pasó en los años de la II Guerra Mundial durante la cual residió en países ocupados y de la férrea disciplina de la danza que practicó durante gran parte de su juventud. Sufrió frecuentes anemias y problemas respiratorios, algunos autores y biógrafos aseguran que rozaba la anorexia.

Me refiero a ella porque lo que vemos o lo que su nombre evoca  es glamour, éxito, elegancia, belleza,  clase, estilo? atributos a los que se unen en su edad más adulta el resto de cualidades que nos han llegado a través de las imágenes de su vida pública que nos ha mostrado una mujer comprometida y solidaria.

Innegables quizá todos esos calificativos por consensuados con  la industria de la moda, el cine o la imagen, y encumbrada su figura a lo  más alto de estas mismas industrias nos distraen de ver lo que había detrás de esta increíble mujer.

El problema en el caso de la anorexia, como apunta este film del que os hablo, "Just Eat", no es lo que vemos, es lo que se esconde bajo una etiqueta que en ocasiones nos sirve para tachar a muchas personas de perfeccionistas, exageradamente preocupadas por su físico, obsesionadas por el mundo de los medios de comunicación o la moda,  que idolatran la delgadez como signo de éxito social, elegancia, status? y no vemos más allá.

El problema es que la enfermedad se esconde durante años en la cabeza de la persona enferma y cuando asoma a su cuerpo ya está muy avanzada.

Conozco a una joven, hermosa, bella por decirlo de una forma que abarque todo su ser, buena estudiante, educada, simpática, de un vistazo diríase llena de vida.

He visto a su madre llorar, la he escuchado derrumbada y desesperada, impotente pero esperanzada. Están en el buen camino y van a superarlo juntas. Muchas no encontrarán ese camino.

Lo fácil, o no, es buscar culpables pero eso no resuelve el problema. Podemos mencionar como se ha hecho durante años a los sectores de la moda, el cine o la publicidad, tan contaminados ya de Photoshop que el mundo que nos muestran dista mucho de ser real.

De hecho algunos países ya exigen a los medios de comunicación mencionar si una imagen ha sido retocada o no en el momento de mostrarla al público precisamente para evitar esa distorsión de la realidad tan común.

Como digo, gastar energía en señalar culpables no arregla mucho.

Afianzar la autoestima, encontrar valores más profundos que encumbrar, aprender la aceptación, el amor propio, la empatía? descubrir el propio cuerpo como algo único y especial que nos proporciona la vida que nos regala experiencias sería un gran paso. Pero eso no vende.

¿Alguna vez has visto una revista que predique "ama tu cuerpo" y  que nada más abrirla no te muestre cuerpos esculturales?

Se acerca la primavera y vamos a empezar a ver la expresión "operación bikini" por todas partes. Miles de mujeres se van a inscribir en una carrera absurda para mostrar su mejor cuerpo al verano a costa de lo que sea.

Cerca de 400 mujeres se han apuntado este año a la "Operación ombligo bonito" una iniciativa basada en la motivación para lograr objetivos, una vida más sana, feliz, alejada de cánones ya caducos, donde se aprende sobre bienestar, alimentación saludable y vida activa.

Este ombligo del que hablamos nos va a conectar con nosotras mismas a través de un proceso de coaching grupal apoyado por toda una Comunidad de mujeres que ha dicho basta a la tiranía de la imagen y que abraza la idea de bienestar y salud de una forma sensata.

¿Vas a ser tú una de ellas?

Bienvenida a tu nuevo proyecto y gracias, como siempre, gracias por leernos.

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