1. Evitar el asfalto
Las superficies blandas son las idóneas para entrenar, césped o tierra. El cuerpo no sufre tanto como cuando corremos en asfalto y, al final, lo agradece. Es cierto que la mayoría de carreras populares se realizan sobre alquitrán, pero no debemos olvidar que estamos tratando sobre cómo prepararnos mejor. Todo dependerá de los kilómetros a completar y del terreno en el que vayamos a competir, pero por norma escogeremos una vía alternativa al asfalto.
2. Zancadas cortas
Pese a la creencia general, una zancada corta es más apropiada si queremos librarnos de lesiones importantes como la tendinitis. Esto se explica porque el contacto con el suelo es menor, y nuestras articulaciones y músculos sufren menos.
3. Calentamiento previo y estiramiento posterior
Es el consejo por excelencia antes de practicar cualquier actividad física, e ignorarlo la mayor causa de las lesiones. Es fundamental calentar 15 minutos antes del ejercicio que vamos a realizar para que el cuerpo vaya haciéndose al esfuerzo que posteriormente efectuará, aunque no menos importante es el cuadro de estiramientos con el que debe concluir cualquier ejercicio para recuperar de forma natural nuestro estado inicial.
4. Variedad de ejercicios
El entrenamiento previo al que nos sometamos debe tener un poco de todo: diferentes superficies, variedad de distancias, ritmos más y menos intensos e incluso combinarlo con actividad propia del gimnasio. Cuanta mayor variedad, mejor preparación.
5. Descanso y precaución
Descansa en los días previos a la carrera y entrena con cabeza, sin realizar más kilómetros de los recomendados. Recuerda que corremos el riesgo de lesionarnos y no merece la pena a escasos días de la prueba.
Estos consejos junto con una alimentación saludable y apropiada serán la clave del éxito.