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Tipos de memoria
La memoria se encarga de recoger, a través de nuestros sentidos, toda la información procedente del exterior, almacenándola y recuperándola más tarde, cuando evocamos recuerdos.
Dependiendo del tipo de sentido que hayamos utilizado para recoger la información, podemos clasificar la memoria en 5 tipos diferentes:
La memoria sensorial es la de menor duración, con tan solo de medio segundo a dos, y retiene de forma inmediata toda la información procedente de los sentidos, por lo que puede borrarse antes de que la persona se dé cuenta del contenido. Dentro de esta tipología de memoria podemos distinguir entre la icónica, con el sistema visual; y ecoica, con el auditivo.
La memoria a largo plazo almacena todos nuestros conocimientos, recuerdos y habilidades, además de participar en la evocación de recuerdos. Este tipo de memoria tiene una capacidad ilimitada.
La memoria a corto plazo retiene información temporalmente y de forma limitada, pues los datos se mantendrán en nuestra memoria entre quince y treinta segundos después del aprendizaje. Por consiguiente, solo mantenemos en nuestra memoria ciertos datos durante el tiempo necesario, como cuando debemos ir a casa de una amiga y recordamos la dirección hasta llegar donde ella está; pero, más tarde, ya hemos olvidado el número del piso donde vivía.
La memoria prospectiva es conocida por ayudarnos a planificar y recordar futuras acciones, como citas con el médico o cumpleaños de familiares.
La memoria procedural está vinculada a aptitudes que han sido muy repetidas por la persona y se han convertido en hábitos. De este modo, son recordadas de forma automática sin ser conscientes de ello, como, por ejemplo, conducir.
Causas de la mala memoria
Muchas veces, podemos olvidar fechas importantes o citas y esto se debe a varios factores que influyen en nuestra capacidad para recordar. En la gran mayoría de los casos, se trata de hechos aislados causados por cambios en nuestras vidas, como variaciones en nuestro trabajo o nuestra vida social. El hecho de tener menos relaciones sociales y llevar una vida pasiva también influye en el empeoramiento de nuestra memoria.
Pero no solo los cambios tienen una influencia directa en nuestro cerebro, sino que también los estados de ánimo son fundamentales para nuestra memoria y el estrés, el cansancio o la angustia juegan papeles muy importantes.
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Juegos para ayudar a la memoria
Nuestra memoria, al igual que el resto de nuestro cuerpo, se puede entrenar para conseguir grandes mejoras y beneficios en nuestro día a día. ¿Pero quién dijo que el entrenamiento tuviera que ser aburrido? Existen varios juegos que podemos llevar a cabo y con los que pasaremos un rato divertido: Listado de palabras: solo necesitamos lápiz y papel para apuntar 30 palabras pertenecientes a 4 categorías diferentes y que están mezcladas. Tendremos que recordarlas después de haber mirado el papel durante varios segundos.
Visualización: escribimos en un papel un listado de 10 palabras y debemos imaginarlas visualmente e intentar dibujarlas.
Juego de parejas: con una baraja española haremos parejas y las pondremos boca abajo mezcladas. Iremos levantando dos cartas en cada turno, hasta lograr emparejar todas.
Series de números: se trata de escribir en un folio los números que nos vengan a la cabeza y, después, con el papel dado la vuelta, intentaremos reproducir el número exactamente.
Palabras encadenadas: lo bueno de este juego es que lo puedes practicar solo o en compañía. Consiste en decir una palabra y pensar en otra con la terminación de la anteriormente dicha. Trucos para mejorar la memoria
Si no tenemos mucho tiempo para practicar este tipo de juegos, existen varios trucos que podemos realizar a diario y de forma casi automática cuando los repitamos varias veces. Nos ayudarán a mejorar la memoria y concentrarnos mejor.
Empezaremos diciendo que dormir bien es un pilar fundamental para mejorar nuestra memoria y debemos hacerlo entre 7 y 9 horas diarias. Nuestro cerebro emplea las horas de sueño para archivar todo lo aprendido durante el día y, si no le damos el tiempo necesario, no podrá guardar correctamente todos los datos. Si, además, lo reforzamos con una siesta, mucho mejor.
Abrir y cerrar las manos son actos que ayudan a mejorar la memoria, según un estudio de la Universidad de Montclair, que reveló que apretar el puño derecho durante 90 segundos ayuda en la formación de memoria.
La meditación también refuerza la memoria y, con dos semanas de entrenamiento, la Universidad de California en Santa Bárbara confirma que se producen mejoras en la comprensión lectora, capacidad de la memoria de trabajo y concentración.
Para la Universidad de Surrey, cerrar los ojos nos ayuda a recordar más datos (exactamente, un 23 % más) que si tenemos los ojos abiertos. Si acompañamos esta acción con un buen café, tal y como defiende la Universidad Johns Hopkins, nos sentiremos más activos y se reforzará la memoria. Pero el café no debe ser nuestro único aliado, ya que el chocolate también nos reporta grandes privilegios, pues unos de los componentes del cacao, los flavonoles, contribuyen a un mejor desempeño cognitivo, estimular la neurogénesis y provocar cambios en las áreas de aprendizaje.
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Aunque estemos metidos de lleno en el entrenamiento de nuestra mente, no debemos descuidar nuestro cuerpo. En especial, sabiendo que ejercitarlo de forma moderada ayuda a memorizar lo aprendido anteriormente. Esto se produce gracias a la liberación de norepinefrina, inducida por el ejercicio físico, que nos permite grandes beneficios a la hora de memorizar información.
Como podemos observar, hay varias técnicas y diversos consejos para estimular la memoria y ya solo depende de nosotros elegir el método que más nos convenga y practicar habitualmente los diferentes ejercicios. Gracias a ello, conseguiremos que el paso del tiempo no haga mella en nuestro cerebro y podamos contar a nuestros nietos las mejores historias de nuestra infancia.
Y en esto nos puede ayudar el método Crear Salud, que se convertirá en nuestro mejor compañero para llevar la atención plena y la meditación a nuestro día a día. Además, en este método también fomentamos y aconsejamos sobre una correcta nutrición y una vida más activa. Descárgate la app Siente –aquí puedes hacerlo- y empieza a disfrutar de los beneficios del mindfulness y la Psicología Positiva. A partir de una metodología muy sencilla, emprenderás el camino para mejorar tu bienestar y acercarte a una vida más feliz.