La intolerancia al calor se traduce en una dificultad del organismo para regular su equilibrio con el fin de adaptarse a la temperatura ambiental. En estos casos, sudan durante todo el día y sin a penas moverse, la cara se les sonroja y a veces incluso sienten falta de aire. En pocos minutos tienen la ropa empapada.
¿Por qué algunos sufren más por el calor? Estas son las respuestas y algunos consejos para ganar contra el calor.
Temperatura del cuerpo
Por norma general, la temperatura del cuerpo humano de 36.5 ° -37 °, que es lo que se considera como “normal”, con un cierto grado de variabilidad según cada uno. No todos los seres humamos tenemos la misma temperatura corporal. Dentro de unas varemos sí, pero no idéntica.Si estamos sanos, nuestro cuerpo lleva a cabo complejos procesos de termorregulación, que dependen del hipotálamo. Gracias a estos mecanismos biológicos, la temperatura interna se mantiene en un nivel constante en un régimen de equilibrio entre la termogénesis, la producción de calor, la termólisis o la dispersión de calor.
Incluso para una misma persona la temperatura corporal no siempre es la misma: por lo general suele más baja entre las 4 y las 5h de la mañana, y luego se eleva al final de la tarde entre las 17 y las 18h.
¿Qué le sucede al cuerpo cuando hace calor?
Cuando estamos en un ambiente frío, el proceso de termólisis aumenta y se produce una pérdida de calor equilibrada por una vasoconstricción cutánea. Por el contrario, el calor afecta la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede causar el típico enrojecimiento de cuando tenemos calor.Estos son mecanismos establecidos por el cuerpo para reequilibrar la temperatura. Incluso la apatía y la inercia son respuestas contra el calor: si disminuimos la actividad muscular, la producción de calor del cuerpo disminuye. Por eso cuando hace tanto calor es mejor no hacer actividades de intensidad que hagan que nos movamos mucho.
Lo mejor ante el calor es tomarlo con tranquilidad, descansar y hacer el mínimo esfuerzo posible. Pero ya sabemos que en esta vida esto es casi un lujo. De todas formas, hacer cosas como respirar profundamente y despacio pueden hacer que nos tranquilicemos y favorezca la respuesta biológica de nuestro cuerpo haciendo que vuelvan a un estado de tranquilidad que es el que necesitamos.
¿Cuándo sufrimos más por el calor?
El proceso de producción, mantenimiento y dispersión de calor por el organismo está asociado con la actividad hormonal. Durante la ovulación, la temperatura corporal aumenta, ¿lo sabías? Si eres mujer seguro que sí porque habrás notado que cada ve que te viene la regla tienes más calor. Eso se debe a que la progesterona secretada afecta alrededor de 0.5 ° C en comparación con los valores base. Los problemas de sudoración excesiva e hiperhidrosis, en algunos casos, pueden estar relacionados con la actividad de las hormonas.Cuando nos movemos rápido, por ejemplo, si llegamos tarde o porque hacemos deporte, el cuerpo produce más calor. Esto también ocurre mientras comemos: la digestión requiere energía. La actividad física, la nutrición, el ritmo de sueño y vigilia, así como la disfunción en el nivel tiroideo, demuestran que juegan un papel importante en las oscilaciones relacionadas con la temperatura corporal.
¿Estás experimentando un momento de estrés intenso? pues también en este caso el cuerpo sufre un aumento en la producción de adrenalina y noradrenalina: se estimula el metabolismo , y eso se traduce en un aumento del calor corporal.
Además, aunque haya la misma temperatura, en lugares donde la humedad es alta, el calor se percibe más.
Hipertermia: los síntomas
El aumento repentino de la temperatura corporal, conocido como insolación o golpe de calor, puede notarse por signos de pérdida de apetito, dolor de cabeza, deshidratación y episodios convulsivos.Las olas de calor típicas del verano se llevan mejor cuando nos encontramos en un clima cálido y seco. El cuerpo humano tolera incluso altas temperaturas, siempre que la humedad sea de alrededor del 30%: cuanto mayor es la humedad, más frecuentes son los casos de malestar general y menos toleramos el calor.
Los mayores y los recién nacidos pueden tener más dificultades en los mecanismos de compensación. Sobretodo aquellos que padecen de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal crónica, enfermedades neurológicas y enfermedades respiratorias crónicas.
Quienes trabajan al aire libre o practican un deporte intenso pueden correr el riesgo de deshidratación: ir tomando líquidos es esencial para todo el mundo ero más en especial para estas personas.
En caso de un tratamiento de emergencia, es necesario mover a la persona a un ambiente fresco y ayudarlo a beber, reponiendo los líquidos gracias a las bebidas ricas en sales minerales y azúcares.
10 consejos contra el calor
1. ¡Ves a una sauna!Así es, el baño turco(hammam) 0 la sauna ayudan a la termorregulación. Esta es una gran razón para tener pasarte algunos días por el spa de tu pueblo (o ciudad).
Lee este artículo: Corazón: ir a la sauna te ayudará a cuidarlo
2. Consejo a la hora de comer
Con el calor, la digestión se ralentiza: el riesgo de hacer una comida demasiado pesada es que luego nos pasemos toda la tarde adormecidos y que además nos cueste concentrarnos. Podéis preparar una sopa por la noche y tomarla fría durante la comida, acompañada de ensaladas variadas (hay un sinfín de ensaladas así que no os dediquéis a comer siempre la misma!). Y un trozo de pescado como salmón, dorada, atún… son geniales para poder llevar la tarde lo mejor posible durante los días más calurosos.
3. Tomarse las cosas con calma
Estamos acostumbrados a correr, es cierto, pero deberíamos aprender a organizar bien nuestra vida para no tener que ir como cohetes a todos lados. A parte, nos ayudará también a nivel mental.
4. Tu mejor aliado para las épocas calurosas es, sin duda, el agua.
Es importante que te acostumbres a llevar siempre una botella de agua contigo. El agua hidrata, refresca, tiene cero calorías y tiene efecto detoxificante. No hay que esperar a tener sed para beber. La sed es la señal de que un proceso de deshidratación ya está en marcha.
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5. Menos kilos y más salud
¿Tienes algunos kilos de más? pues seguro que te cuesta más soportar el calor. El verano es un momento excelente para hacer una dieta más ligera y añadir una gran cantidad de fibra, minerales y vitaminas a través de frutas de temporada frescas y ensaladas. Así matas dos pájaros de un tiro, te hidratas combatiendo el calor y pierdes esos kilos de más.
6. ¿Cómo te vistes?
Usar ropa ajustada afecta negativamente a la circulación. Deja que tu piel respire, usa zapatos cómodos y que tengan telas naturales, frescas y transpirables. Materiales como el algodón, la seda y el lino combaten el calor y cuidan la piel.
7. Kit de supervivencia
Tener un tónico o agua termal en spray en el bolso puede marcar la diferencia. En los momentos de calor, cierra los ojos, rocía tu piel y disfruta la sensación de frescura. Y mejor aún si luego aplicas a un pañuelo un par de gotas de aceite esencial de lavanda o rosa mosqueta, con poder calmante y regenerador.
8. Aperitivo … a mi manera
¿Alcohol? No, no es buena elección. Aumenta la sensación de calor. Opta por los pinchos de fruta, zumos de verduras o jugos recién exprimidos.
9. Nunca frío
Para aliviar el calor, la temperatura de la ducha debe ser cálida, nunca fría. El contraste de temperatura calor/frío no es bueno para el cuerpo e incluso puede darnos un corte de digestión. Si quieres que la hora del baño además sea un momento de relax y placer lo mejor es añadir a la esponja o al baño unas gotas de aceites esenciales como el de menta, aceite de árbol de té o salvia, que ayudan a reducir la hiperhidrosis (cuidado, no exceder en la dosis! ).
10. Ambiente a prueba de calor
¿Sabía que la posición fetal puede ayudar a reducir la pérdida de calor? Crea un espacio relajante donde puedas encontrar energía y calma. Usa algún difusor de aromas, buena música y una cena fresca que ya tengas lista en la nevera.
Cerrar las persianas durante el día permite que la casa esté fresquita cuando volvamos por la noche.