Según un informe publicado por la SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) el 80 % de las personas que sufren un golpe de calor tienen más de 65 años. Por otro lado, los golpes de calor suelen aparecer especialmente al comienzo de una ola de calor. Esto es porque el organismo no ha tenido el tiempo suficiente para aclimatarse y prepararse con sus habituales mecanismos de termorregulación corporal. Pero veamos más detenidamente en qué consiste el golpe de calor y todos los aspectos más importantes relacionados con el mismo.
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor es un caso de hipertermia rápida del organismo. Suele ser debido a las altas temperaturas y cursa normalmente con deshidratación y fallo en la regulación térmica habitual. El calor interior rebasa los 40 ºC. El factor prontitud es de suma importancia cuando aparece un golpe de calor -también denominado shock térmico-, ya que puede cursar en tan solo una hora (6 horas como máximo) y, si no se trata a tiempo, puede ocasionar incluso la muerte.
El mecanismo que sigue el golpe de calor pasa por incrementar la sudoración para combatir el calor corporal. Como la piel expulsa mucho líquido, el cuerpo empieza a deshidratarse y disminuye el sudor. La temperatura interna se eleva y comienzan a fallar algunos órganos vitales. Si, además, el afectado padece alguna enfermedad, todo se complica. Si no se actúa con rapidez, el desenlace puede ser fatal.
Según la citada Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria existen, principalmente, dos tipos de golpe de calor:
Golpe de calor en forma activa. Se produce cuando se efectúa ejercicio físico en el exterior si hay una ola de calor y mucha humedad (entre el 60 y el 70 %) en el ambiente. Suele darse en varones jóvenes.
Golpe de calor en forma pasiva. Este es el más peligroso para nuestros mayores. Se da en personas que padecen ciertas patologías y que toman algunos medicamentos que influyen en la autorregulación térmica corporal.
Grupos de riesgo
Entre los principales grupos de riesgo se encuentran las personas mayores, pero también es especialmente peligroso en:
Trabajadores que realizan su tarea al aire libre en las horas de calor.
Deportistas cuyo esfuerzo sobrecalienta el organismo y se exponen a altas temperaturas.
Niños y bebés.
Personas obesas por el esfuerzo físico que se ven obligadas a realizar tan solo para caminar y por las patologías que pueden acompañarlas.
Enfermos dependientes o encamados.
Personas que siguen algún tratamiento farmacológico con diuréticos (pueden deshidratarse), psicofármacos, beta-bloqueadores, antihistamínicos, anfetaminas, fenotiazinas, anticolinérgicos, etc.
Personas que viven solas y aisladas.
También aquéllas que tienen mermadas sus facultades mentales (no toman las debidas precauciones), etc.
Las personas mayores han de tomar precauciones para no sufrir un golpe de calor
Pero, como decíamos al principio, las personas de edad avanzada son las que mayor riesgo corren frente al golpe de calor. Hay que tener en cuenta que muchas viven solas. En la mayoría de los casos, no tienen los recursos mentales suficientes para evitarlos. Por otro lado, con la edad, los órganos no actúan de forma rápida y eficaz. Además, suelen tener patologías asociadas y se deshidratan con mucha facilidad. Las medicinas que consumen, en la mayoría de los casos, son bastantes, y casi siempre incluyen diuréticos.
Síntomas
Los síntomas son:
Sensación de excesivo cansancio.
Mareos.
Dolor de cabeza.
Pérdida de la conciencia.
Sequedad en la boca.
Enrojecimiento de la piel.
Aceleración de los latidos del corazón.
Hiperventilación.
Disminución de la orina, etc.
¿Cómo prevenir los golpes de calor?
Para evitar el shock térmico, es necesario combatir el calor. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad recomienda:
No salir a la calle en las horas de más calor.
Beber abundantes líquidos para no deshidratarse.
Evitar las bebidas alcohólicas, el té o el café.
Buscar las sombras y los lugares frescos.
Dentro de las casas, utilizar el aire acondicionado (sin abusar porque puede ser perjudicial) o el ventilador. Es conveniente bajar las persianas para evitar la entrada de sol.
Evitar hacer ejercicio físico o actividad laboral fuerte en el exterior en la franja de más calor.
No ingerir alimentos muy calóricos. Los zumos, las ensaladas, las frutas y las verduras son muy recomendables.
Utilizar ropa fresca, clara, traspirable; calzado también fresco y transpirable y sombreros para evitar la insolación en la cabeza.
¿Cómo actuar frente a un golpe de calor?
Ante una persona que ha sufrido un golpe de calor, lo primero es llamar de inmediato al servicio de urgencias. Mientras llegan los facultativos y sanitarios, es recomendable refrescar a la persona afectada mediante paños de agua fría. También se la debe colocar tumbada en una habitación oscura y fresquita y, si el shock se ha producido en la calle, llevarla hasta la sombra y mantenerla lo más fresca posible.
Un cordial saludo,
María Luisa Sánchez Vinader
Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación
Diplomada en Magisterio de Educación Especial y Pedagogía Terapéutica
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