Es indudable que el día a día o rutina trae consigo factores que alteran nuestro cuerpo y mente, vamos por la vida llenos de preocupaciones y siempre pensando en el “futuro” ocasionando que el “psique” dirija nuestra felicidad y bienestar emocional, perdiendo así el interés y disfrute de lo positivo que es vivir con una vida saludable mentalmente; cuando deberíamos implementar como principal ingrediente natural “sonreír” porque así estimularemos a la mente para conservar un estado de ánimo positivo durante el presente.
Hoy en día, la ansiedad es la protagonista de innumerables problemas mentales en personas de todas las edades, muchos especialistas explican que la ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, la ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones que nos causen estrés, preocupación en especial las situaciones peligrosas aunque no muchos expertos estén de acuerdo con esta hipótesis. Un estado de ansiedad moderada puede ayudar a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante.
Sin embargo, existen momentos o situaciones en que el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona de manera incorrecta. Más específicamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro inminente. La persona puede sentirse en un momento de confusión, paralización y mala coordinación de ideas y acciones, en general, se produce un desmejoramiento a respuestas asociadas con la parte psicosocial y fisiológico de cualquier ser humano. Estudios científicos han demostrado que la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o su impacto general en quien lo padece es tan intenso y duradero que interfiere con las actividades cotidianas de la persona, cuando ese es el caso se la considera como un trastorno.
Síntomas y causas que originan la ansiedad.
La ansiedad se produce por causas hereditarias de los genes en algunas ocasiones o cuando atravesamos algún sentimiento de temor o tensión. Por ejemplo: alguna situación inesperada, como un embarazo, despido laboral, accidente de auto, incendio, consumo de drogas, etc. Es por ello, que se planteara una clasificación breve de la sintomatología más común que presenta una persona con un alto índice de ansiedad:
Síntomas mentales: preocupación constante, cansancio, irritabilidad y problemas para concentrarse, conciliar el sueño, Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización, temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones. En casos más extremos, temor a la muerte, a la locura, o al suicidio.
Síntomas físicos: pulsaciones elevadas, sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, mareos, desmayos, indigestión, diarrea y respiración profunda, alteraciones en la alimentación y respuesta sexual.
No todas las personas pueden padecer de los mismos síntomas, ni tampoco en la frecuencia e intensidad en que los síntomas de la ansiedad puedan aparecer. Cada persona, según su cotejamiento biológico y su estado psicológico que puede venir teniendo cambios desde que se está en desarrollo en el vientre de la madre.
Consejos para combatir los síntomas de la ansiedad.
Para prevenir la ansiedad, es importante adoptar un estilo de vida saludable y evitar el consumo de drogas y sustancias que la causan (cafeína, teína y drogas como el éxtasis, las anfetaminas o el LSD).
Practicar ejercicio físico de manera regular, en especial fuera de casa en un parque o sitio de paz natural, también ayuda a despejar la mente y evitar los sentimientos ansiosos.
Del mismo modo, las técnicas de relajación ayudan a combatir la aparición de crisis. Se pueden aprender de la mano de profesionales o de manera autodidacta, mediante libros y material audiovisual de autoayuda. Recuerda siempre sonreír, conversar con tu propio ser, quien mejor que tú que conoce tus emociones, tus miedos y angustias, tú tienes el poder de controlar los síntomas de la ansiedad y que no sea un problema en tu vida.
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