El estrés es un componente natural de la vida humana ya que aunque muchas personas desde el punto de vista coloquial tienden a vincular el estrés con un hecho negativo, lo cierto es que no siempre es así a modo de causa y efecto. De hecho, el estrés también puede ser positivo como muestra el nerviosismo previo a la realización de un examen importante. Es importante escuchar las señales del cuerpo para prevenir el estrés de un modo asertivo. ¿Qué síntomas físicos pueden mostrar un cuadro de estrés aguado?
Síntomas físicos de estrés
1. La tensión emocional también se refleja a nivel físico. La espalda es una zona especialmente vulnerable puesto que el peso de las preocupaciones también se siente a nivel físico. Esta tensión puede dar lugar a dolor de espalda. Aquellos profesionales que experimentan estrés en su día a día en la oficina tienden a desarrollar este malestar.
2. Sensación generalizada de cansancio y baja vitalidad. ¿Por qué se produce este cansancio? Porque el estrés, en sí mismo, agota. Esta carga de negatividad afecta al estado de ánimo que a su vez, también genera apatía física. Además, esta sensación de cansancio es especialmente significativa cuando la persona considera que no ha hecho un esfuerzo tan notable ese día como para sentirse tan apagada.
3. El estrés puede estar vinculado a preocupaciones que afloran con más fuerza todavía durante la noche. Una de las consecuencias negativas del estrés es el insomnio o las dificultades para conciliar un sueño de calidad. La sensación de amanecer cansado es otras de las consecuencias de estar estresado. La persona se levanta cansada precisamente porque no ha descansado bien durante la noche.
4. El estrés también puede alterar el apetito produciendo dos efectos contrarios. Existen personas que comen en exceso como consecuencia de la ansiedad pero también existen otras personas que comen muy poco porque se les cierra el apetito. Desde este punto de vista, los cambios bruscos de peso pueden mostrar un problema de estrés.
5. Existe un síntoma de lenguaje corporal que es un claro ejemplo de estrés. Dificultades para sonreír y falta de risa en el día a día. El estrés hace que el rostro esté tenso y rígido, especialmente, la zona de la mandíbula.
Qué hacer al sufrir estrés
Al sufrir estrés es adecuado consultar con el médico, especialmente, cuando este estrés ha afectado a rutinas también importantes como el descanso. También es importante establecer nuevos hábitos de vida, aprender a relativizar las dificultades, priorizar qué es importante y aquello que no lo es y tomar conciencia de que no hay nada tan esencial como la salud.
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