Ya que por el contrario, una dieta que escatima en frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y el pescado e incluye una gran cantidad de alimentos fritos, carnes rojas y alcohol, es altamente probable que el hábito de llevar esta dieta esté allanando el camino a la ruina cognitiva.
Si a este último ejemplo le añadimos el que usted tenga ya algunos riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluyendo la hipertensión, los niveles de colesterol preocupantes o la diabetes, pues la situación se agrava más y como consecuencia sería muy buena idea que se tomara enserio el cambiar de dieta a una que le aporte una alimentación más sana.
De esta manera lo afirma un estudio que acaba de lanzar los resultados del mismo, después de más de cinco años de seguimiento de las dietas y los estados mentales de unos 27.860 personas de unos 50 años hacia arribas, en países de medianos y altos ingresos.
En un promedio del 16,8% de los hombres y mujeres se encontraron que habían perdido algo de potencia cognitiva en cinco años que duró el periodo de estudio. Este promedio oculta un patrón muy claro:
-Aquellas personas que en el periodo de estudio de unos cinco años, llevaron una dieta más saludable, fueron menos propensas a experimentar el deterioro cognitivo, por lo contrario los que llevaron dietas más abrasivas y poco saludables, el deterioro cognitivo hizo más acto de presencia y se desarrolló más fácilmente.
¿Qué tan significativo fue el efecto? En comparación con los participantes que reportaron comer dietas que eran menos saludables, los comedores más saludables manifestaban un 24% menos de probabilidades de haber experimentado un declive cognitivo (problemas de memoria, en la atención y la capacidad de razonamiento) durante el periodo de cinco años que duró el estudio.
Los autores de la investigación más reciente, que fue publicada el miércoles en una revista de Neurología, sugieren que la calidad de la dieta de una persona podría afectar el envejecimiento cognitivo en un número de maneras que podrían manifestarse de las siguientes formas:
-La mala nutrición es probable que robe al cuerpo y al cerebro las vitaminas y minerales que no sólo promueven la generación de células sanas, sino que ayuda a proteger contra la inflamación, ayuda a descomponer las grasas y protege las células del estrés.
Limitar la inflamación, el estrés y el bloqueo es fundamental para mantener bien y en condiciones nuestro cerebro (y su intrincada red de grandes y pequeños vasos sanguíneos) abierto y así mantener las neuronas de uno zumbando bien.
Con la incidencia de la enfermedad de Alzheimer en los Estados Unidos solamente se espera que se triplique de aquí a 2050, pero debemos saber que la dieta es una fundamental herramienta para que nos podamos defender de esta enfermedad, muchos médicos sugieren que mejorando la calidad de la dieta se podría contribuir a reducir el padecimiento de enfermedades de deterioro cognitivo, tales como el Alzheimer.
Espero que con esto no queden dudas de si debes llevar una dieta sana y equilibrada.
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