Los chocolates y las flores son un buen detalle para el día de San Valentín, pero hay otras alternativas como, aunque suene raro, los pistachos. Pero, ¿qué tiene que ver este fruto seco con San Valentín? Son muchas las ventajas que le hace ser llamado el Fruto del Amor:
Los pistachos, como otros frutos secos, pueden ser parte de una dieta cardiosaludable según reconoce la U.S. Food and Drug Administration (FDA). Comer una cantidad controlada de pistachos (unas 49 unidades) ayuda a controlar los niveles de colesterol, inflamación y la salud de los vasos sanguíneos. Además, poseen altos niveles de grasas monoinsaturadas, lo que reduce el riesgo de enfermedades del corazón y ayudan a eliminar el colesterol “malo”.
Pero los pistachos no sólo protegen por dentro, también cuidan por fuera ya que contienen:
- Antioxidantes: sustancias dietéticas que pueden ayudar a prevenir y reparar el daño a las células del cuerpo. Los antioxidantes, además, ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con la edad como el Alzheimer y las cataratas.
- Luteína y zeaxantina: carotenoides que ayudan a proteger la piel de los daños causados por la luz del sol y los rayos ultravioleta. Además de aportar beneficios a tus ojos, la luteína ayuda a proteger contra la acumulación de depósitos grasos en las arterias.
- Vitamina E: conocida también por sus cualidades antioxidantes ayuda a prevenir las enfermedades del corazón y a retardar el deterioro asociado a la edad.
En definitiva, haciendo ejercicio y llevando una dieta saludable que incluya pistachos como aperitivo, será más fácil mantener un corazón sano, fuerte y saludable. ¿Ahora te convence más como regalo para la persona que más quieres?
Imágenes (por orden de aparición): Conor Lawless/Flickr y kstaki/Flickr.