Llevo mucho tiempo trabajando con personas mayores, ayudando a mejorar sus capacidades y autonomía, pero sigo encontrándome con muchas falsas creencias que influyen negativamente. Una de ellas es asociar la edad con un deterioro y pérdida de capacidades (físicas, mentales, funcionales, sociales…) de manera que parece que es algo inevitable y poco se puede hacer para evitarlo.
Pérdida de capacidades: Algo se puede hacer. Siempre.
Las personas mayores, tanto si están en su domicilio como si se encuentran en instituciones como residencias de mayores o unidades de estancia diurna, van a tener una serie de limitaciones. Pero hay que tener siempre muy presente que esas limitaciones no son siempre algo inevitable.
Una persona mayor puede tener cierto nivel de dependencia debido a problemas físicos, cognitivos, socioeconómicos, o una mezcla de todos.
Pensar que va a empeorar porque “es ley de vida” hace que la propia persona, su entorno, y los profesionales que lo atienden piensen en el deterioro y en la pérdida de capacidades como en un proceso normal, no controlable, irreversible. Por lo tanto, no buscarán ayuda ni tratarán de poner remedio a la situación.
Indefensión al creer que el deterioro es inevitable
Esto genera lo que se conoce como indefensión aprendida: Pensamos que lo que se haga no va a contribuir a mantener ni a mejorar las capacidades de la persona mayor. Se ve como normal que se pierda fuerza, que se hagan frágiles, que sufran caídas, que no puedan hacer ejercicio… Si va a haber una pérdida de capacidades ¿para qué vamos a hacer nada por evitarlo, si creemos que está fuera de nuestro control?
Les decimos a los mayores que no se muevan, que no hagan ejercicio, que descansen, que tienen que sufrir sus dolores y no pueden hacer nada para evitar sus deterioros… Es un error que no se debería cometer (os recomiendo esta entrada sobre los profesionales de la salud como generadores de indefensión aprendida, una buena reflexión).
Sabemos que hay lesiones o enfermedades donde las mejoras son escasas. Pero no debemos olvidar que se puede hacer mucho por mejorar la calidad de vida de las personas mayores: evitar el sedentarismo, recuperar pautas de vida activa y ejercicio y mantener una alimentación saludable no son solo buenas recomendaciones, son tratamientos para problemas como dolores crónicos, tan frecuentes en la población mayor.
Los mayores deben saber que se puede luchar contra el deterioro
Como conclusión, debemos tener presente dar mensajes realistas pero positivos. Que las personas mayores con problemas de salud sepan que siempre hay cierto margen de mejora, y que el avance hacia el deterioro no es algo imparable. Hay medidas eficaces para mantener la autonomía y la calidad de vida y trabajar de forma conjunta para reducir las pérdidas de capacidades y la velocidad a la que se producen.
La fisioterapia, al igual que otras profesiones que abarcan el cuidado de los mayores, tienen mucho que hacer por ayudarlos a mejorar, así que no nos rindamos antes de tiempo y sepamos que podemos hacer frente a muchas de las limitaciones que van apareciendo en las personas mayores.
Imágenes por Ocskay Bence, Dobo Kristian y Kzenon en Shutterstock, con derechos de autor.
La entrada ha sido publicada originalmente en Tufisio.net Blog de Fisioterapia.