Hablar de trabajo con personas mayores (especialmente en entornos residenciales) es hablar necesariamente del modelo o visión desde la Atención Centrada en la Persona (ACP), con lo que ello implica. Es un marco para el abordaje de estos usuarios pero ¿en qué consiste?
Empecemos con una definición de Atención Centrada en la Persona, aunque hay varias que se complementan:
La atención integral centrada en la persona es la que se dirige a la consecución de mejoras en todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar de la persona, partiendo del respeto pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su participación efectiva (definición de Pilar Rodríguez en el informe de Portal Mayores )
Fuente: Martinez, 2016 (ACP Gerontología)
¿A qué nos referimos con Atención Centrada en la Persona?
La ACP es un enfoque donde la persona es el eje central (no su enfermedad o sus necesidades). Es un modelo que busca fomentar cuidados profesionales y respeto a la dignidad y los proyectos vitales de las personas mayores.Se potencia el ponerse en el lugar del otro para ayudarlo a desarrollar su autonomía y libertad de elección, pero ¡ojo! es un planteamiento basado en la evidencia científica. Va más allá de simplemente “ser humanos o agradables” a nivel individual.
La ACP demuestra ser un modelo que beneficia al usuario y su entorno (familiar-amistades), al trabajador (reduce estrés y burnout o desgaste del personal sanitario -enlace a artículo sobre el burnout-) y a la institución (mejora la productividad y el bienestar, reduce quejas y reclamaciones).
Fuente: Martinez, 2016 (ACP Gerontología)
Características de la Atención Centrada en la Persona
Respeto de la dignidad
Importancia de la historia de vida para potenciar y el valor de sus preferencias personales.
Fomento de la realización de actividades significativas, valiosas para la persona.
Intervenciones adaptadas a cada sujeto y sus capacidades, gustos y elecciones.
Cada persona tiene derecho a decidir sobre su vida, su salud, sus preferencias.
Las personas y situaciones cambian, es fundamental la capacidad de adaptación.
Fuente: decálogo ACP
En definitiva, se trata de evitar la orientación paternalista y unidireccional en los cuidados a las personas mayores, donde unos deciden (profesionales, instritución, familiares) y la persona mayor es el sujeto pasivo de esas decisiones (sobre a qué actividades debe ir, ropa más adecuada, qué tipo de tratamiento sigue,qué días quiere afeitarse…). Busca potenciar las capacidades y la autorrealización, más allá de centrarse únicamente el cuidado o mejora de la salud.
Fisioterapia en Geriatría y Atención Centrada en la Persona
Al ser este un blog de fisioterapia, mencionaremos el caso particular de esta disciplina, teniendo en cuenta que todo el trabajo de todos los profesionales debe basarse en la ACP para conseguir resultados provechosos en la mejora de la calidad de vida de los mayores.Desde la Fisioterapia, buscaremos integrar a las personas mayores, familias y su entorno en la toma de decisiones. Daremos explicaciones de qué medidas son las mejores y cómo se van a implantar directamente a la persona mayor, y cómo unos u otros comportamientos pueden afectar a su salud.
Coordinaremos el trabajo con el resto de profesionales, buscando mejorar la autonomía y la calidad de vida y centrándonos en lo que motiva e interesa al residente.
No se imponen los tratamientos “por el bien del paciente”. Se informa y pide consentimiento al residente antes que a sus familiares (si conserva la capacidad de decidir). En caso de que no pueda decidir, lo harán sus familiares, tomando decisiones que guarden coherencia con lo expresado por el residente según su historia de vida.
Se trata de llegar a una alianza terapéutica y conseguir beneficios duraderos, algo que no se logra mediante imposiciones o decisiones unilaterales.
Más información:
Blog Atención Centrada en la Persona en Gerontología
Inforesidencias: ¿Qué es la ACP?
Modelo ACP (fundación Pilares)
Guía ACP crealzheimer