“No me siento satisfecho a pesar de que las cosas no van tan mal como para sentirme así… Todos tienen su vida, avanzan y ¿Por qué yo no? Siempre vuelve de nuevo esta sensación de vacío, como si me faltara algo ¡Pero es que no sé el qué!
¿Seré raro? Con lo fácil que sería estar contento con lo que tengo, pero de repente, vuelvo a sentir que algo no encaja o que no me encaja lo que vivo.”
Tal vez parezca de lo más profundo, pero he escuchado estas palabras en más de una ocasión, de la boca de mis pacientes y de mis allegados. El mal de muchos es consuelo de tontos, pero aquello que sientes tiene un nombre. Todo apunta a que el famoso vacío existencial se ha hecho evidente. En mayor o menor medida, todos hemos conectado en algún momento con él. Para los filósofos es una experiencia inherente en el ser humano y parte de esa inconformidad es el motor de nuestra mejora.
Pero, ¿qué es? ¿De dónde viene? ¿Cuándo se irá?
Llenar, llenar y llenar: Pan para hoy, hambre para mañana
Comida, alcohol, risas banales, affaires desenfrenados, fiestas alocadas, trabajo y más trabajo y planes a tutti que ni siquiera te has parado a analizar si realmente, además de ocupar tu tiempo material, te aportan algo más.Si después de “haber llenado” sientes que el vacío se hace más que evidente, ahí lo tienes: estás simplemente tapando ese agujero negro por unos instantes. ¿Recomendable? ¿Por qué no? Simplemente debes saber qué vas a lograr con ello. Si esperas que sociabilizarte durante las 48 h del fin de semana o cargarte de nuevas aficiones sea la solución, sí, tienes un problema. Pero si por el contrario aceptas que solamente te estás evadiendo y postergando solucionar ese vacío, ¡Adelante! Lo importante no es dónde estás sino que sepas dónde estás.
Tengo trabajo, salud y amigos, ¿qué más quiero?
El consejo de la abuela ha quedado obsoleto. Antaño, con tener a alguien cerca que fuera buena persona y trabajadora, eran motivos más que de sobras como para sentirte satisfecho si a ello le añadías gozar de buena salud. Pero hoy en día, no es suficiente. Así que deja de repasar tu historial de “Cosas que van bien”. Puede que ese listado no sea lo que necesitas y te cueste reconocer que aquello que tanto te ha costado conseguir o que siempre has anhelado, ahora ya no es lo que realmente deseas. ¿Sabes cuántas personas se crean un ideal de vida y, al verse en ese escenario, se dan cuenta de que no les satisface?Sí, es de lo más costoso hacer evidente que ese matrimonio, posición laboral o núcleo social no te llena, pero quizás ese vacío empiece a cobrar más sentido. El vacío requiere excavar e irremediablemente esto conlleva cambios que a menudo no nos apetecen. ¿Qué es mejor: seguir como hasta ahora y hacerme a la idea o romper con ello para conocer lo que realmente deseo? Es algo así como salir del armario. Tú decides. Las dos opciones son igual de válidas, pero si te quedas con la primera, que sepas que ya has elegido. No decidir ya implica una decisión.
¿Aburrimiento o falta de sentido de vida?
Puedes aburrirte una tarde o mientras esperas un vuelo que va con retraso, pero si la sensación de aburrimiento te acompaña a menudo, puede que tengas dificultades para encontrar el sentido a tu vida y hacer uso de tu libertad.Si la vida te aburre:
• ¿Puede que las normas que sigues no sean las tuyas propias?
• ¿Tal vez sientas que tu modelo de vida no lo has elegido tú?
• ¿Quizá a pesar de tener trabajo notes que necesitas prosperar y ser valorado en él?
• ¿Puede que aún gozando de un buen círculo social, no dispongas de la intimidad que necesitas?
• ¿Tal vez a pesar de tener pareja no te sientas tan conectado a ella como esperabas?
• O ¿Quizá sientas que pocos conocen cómo eres realmente y a menudo te amoldes a lo que los demás esperan?
Se está más cerca del vacío cuando nos empeñamos en mantener junto a nosotros aquello que no nos llena, que cuando lo soltamos. Recuerda, el vacío es la inconformidad y de la inconformidad nace el cambio y la búsqueda de lo que sí es para nosotros.
Por tópico que suene: No somos lo que nos ocurre, sino lo que decidimos ser.
¿Quién dijo que fuera fácil ser libre?