Ese concepto de la felicidad, a veces tan etéreo y otras tan fácil de objetivar, pasa por la felicidad de cumplir años y sentir que se lleva adelante una vida “bien vivida”, como no hace mucho me decía mi amiga Mónica Valero, experta en mindfulness y TDAH.
Cuando esto es escribo, en septiembre de 2015, recién cumplidos los 49 años y ya caminando hacia ese mítico cambio del 4 por el 5, me reafirmo en la felicidad de cumplir años, estés en el momento en el que estés.
Entiendo la felicidad no como un estado perpetuo de exaltación de la alegría, sino como un bienestar del espíritu en el que se siente la totalidad de la presencia del YO ESENCIAL y de tu cuerpo en el aquí y ahora. El sentir que hay un espacio de fluidez con la vida y con el tiempo, asumiendo como inevitable todos y cada uno de los cambios que, año tras año, se van produciendo.
En esto de la felicidad en el cumplir años, hay mucho de mindfulness o de atención plena -¡¡bendita moda!!- y es que despertar cada mañana y sentir nuestra presencia en el aquí y ahora, es de esas bondades a celebrar en cada momento.
Mindfulness o atención plena, su práctica, nos acerca más a ese estado de serenidad necesario para asumir ese espacio de felicidad tan necesario para la vida “bien vivida” y nos ofrece la posibilidad real de sostener en el tiempo la felicidad que el ser humano merece.
Desde plenacción, quiero proponerte un pequeño juego-ejercicio para la felicidad que va en consonancia con ese sentir de la vida bien vivida y que nos hace ver que la práctica de la atención plena o mindfulness, nos ofrece el disponer de una nueva mirada sobre nuestra realidad cotidiana.
Te invito a que tomes papel y lápiz, dejes todo lo que estés haciendo, te sientes tranquilamente y pongas tu atención en el aquí y ahora.
La felicidad de cumplir años en un papel.
· Sientate y observa por unos instantes tu “aquí y ahora” estés donde estés. Observa dónde estás y cómo estás.
· Realiza unas cuantas respiraciones profundas tomando conciencia del instante presente.
· Pon como punto de partida los 5 últimos años de tu vida hasta el día de hoy y anota en un papel todas aquellas cosas que hayas hecho o te hayan ocurrido en los que hayas sentido que la felicidad estaba ahí.
· Tómate tu tiempo y piénsalas bien.
· Cuando hayas terminado, dibuja un árbol y sitúa un círculo de color (el que quieras) por cada una de las cosas que hayas ido apuntando en ese papel.
· Contempla la felicidad de tus últimos 5 años en esos espacios de metas y hecho ocurridos en ese tiempo.
Es un ejercicio sencillo que nos acerca al sentido de la felicidad en el instante presente, sintiéndolo como un movimiento sencillo en nuestro día a día.
Al fin y al cabo, la felicidad es ese estado de serenidad que hace que podamos vivir y contemplar lo que nos ocurre con la cierta sabiduría de no dejarnos arrastrar por esas emociones negativas que a veces aparecen en nosotros y nosotras, muchas veces contaminadas por una forma errónea de ver nuestra vida.
La felicidad en cumplir años, consiste en aceptar sin resignación, que nada es permanente y que todo fluye en el tiempo. Que tu cabeza o “máquina de liarla” siempre está emitiendo cientos de pensamientos y que la clave es aprender a relacionarte con ellos de forma diferente a como lo vienes haciendo hasta ahora; con un mayor poder de objetividad para no verte arrastrado o arrastrada por esa marea.
La felicidad está en que aceptes que las riendas de tu vida son tuyas desde la interdependencia de habitar en un mundo hiperconectado y que la práctica de la meditación, de mindfulness o atención plena, te pueden ayudar y mucho a sostener con el tiempo en el que habitas una “vida bien vivida” que mereces.
“As time goes by”, pero que lo haga fluyendo en él y con la felicidad de sentirse vivo o viva en el sentido más sereno que puedas.
La vida, al fin y al cabo, es eso que pasa mientras estás en el pasado o pensando en un futuro que ni siquiera sabes que llegará.
La felicidad es aquí y ahora. Instante presente tras instante presente.
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