Esta psicología de la Gestalt es una corriente moderna, que surgió en Alemania a principio del siglo XX. Sus exponentes más destacados fueron los teóricos Max Wertheimer, Kurt Koffka, Wolfgang Köhler y Kurt Lewin. Asimismo, Gestalt proviene del idioma alemán, y se dio a conocer por primera vez por Christian von Ehrenfels. Se puede llegar a traducir como “forma”, “figura”, “estructura” o “configuración”.
Esta misma corriente comenzó descubriendo ciertos principios que terminan siendo configurados por la mente, mediante elementos que llegan a ella a través de diferentes canales sensoriales, lo que se entiende como percepción, o también a través de la memoria, todo lo relativo con el pensamiento, resolución de problemas y la inteligencia.
También se pone en juego la experiencia que tiene el individuo en su interacción con el medio ambiente, y esta misma configuración tiene un carácter primario sobre los elementos que terminan conformándola. Así, la suma de éstos no podría generar por sí solos la comprensión del funcionamiento mental. La frase que ilustra este planteamiento es: El todo es más que la suma de sus partes.
Con este último axioma se ha identificado permanentemente a la Gestalt, dado que pretende explicar que la organización básica de lo que se percibe está en vinculación con una figura en la que se pone la concentración. Esa figura, al mismo tiempo, resulta ser parte de un fondo más amplio en donde hay envueltas otras figuras. En definitiva, lo percibido es mucho más que solo la información que llega a través de los sentidos.
Para la década de 1930, Feliz Krueger encabezó críticas a las afirmaciones de los postulados de la Gestalt, y entre estas críticas destacó la psicología de la Ganzheit.
Al tiempo, dos universidades obtuvieron los primeros resultados experimentales. Una de ellas fue la escuela de Graz, la otra la de Berlín. La escuela de Graz estableció la teoría de la producción, que consideraba al mismo tiempo la cualidad de la Gestalt, o sea, la forma o el todo, como productos de un acto perceptivo.
La escuela de Berlín, terminó demostrando que la Gestalt se da de forma inmediata, esto quiere decir que no es producto de la percepción, sino que la percepción es producto de la Gestalt. Esta afirmación se pudo demostrar con el movimiento aparente, a través de la presentación de dos fenómenos en distintos tiempos.
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Del mismo modo, las teorías de la Gestalt afirmaban que el punto de vista “atomicista”, el cual defendía que el fin de la psicología debía ser el poder romper la consciencia en pequeños elementos, podía modificarse o correrse el foco de su atención. Es por ello que la Gestalt comenzó a postular que, si se podían romper los fenómenos psicológicos en pequeñas partes, esto no llevaría al entendimiento de la psicología.
Es por este motivo que abordaban que la forma más fructífera de afrontar los fenómenos psicológicos era mediante la organización y estructuración de todo. Argumentando que ese “todo” tenía preponderancia por sobre las “partes”.
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