El concepto de aquí y ahora es un principio fundamental de la terapia Gestalt. La mayoría de las personas pasa gran parte de su tiempo en el pasado o en el futuro, preocupándose por lo que ya ha pasado o lo que podría pasar, y no están completamente presentes en el momento actual.
La conciencia del momento presente es esencial para el crecimiento y la curación persona, permitiéndonos una comprensión más profunda de nosotros mismos y desarrollar formas más saludables de relacionarnos con nuestro entorno. La terapia debe ayudar al cliente a desarrollar una mayor conciencia de sí mismo y de su entorno en el presente, por lo que el terapeuta acompañará al cliente a explorar y comprender sus sentimientos y pensamientos actuales.
Sin embargo, el concepto de "aquí y ahora" no es exclusivo de la terapia Gestalt y ha sido utilizado en diversas corrientes de pensamiento y prácticas espirituales a lo largo de la historia. Entre ellos destaca el psicoanalista británico Wilfred Bion, que desarrolló una teoría basada en la importancia del "aquí y ahora" en la relación terapéutica.
Bion creía que la experiencia presente y la interacción entre el analista y el paciente en el momento actual eran fundamentales para el éxito del tratamiento.
En su teoría, Bion argumentó que la mente del paciente está constantemente en proceso de elaboración y transformación de sus experiencias, tanto presentes como pasadas. Según él, el terapeuta debe estar presente y disponible para percibir y comprender las emociones y necesidades del paciente en el momento actual, lo que permite una comprensión más profunda de la experiencia presente y una mayor capacidad para trabajar con ella.
Para Bion, el objeto del análisis es el presente. La memoria se ocupa del pasado y el deseo del futuro. “La observación psicoanalítica no se ocupa ni de lo que ha ocurrido ni de lo que va a ocurrir, sino de lo que está ocurriendo”- nos dice- y más adelante en la misma página: “Cada sesión que atiende el psicoanalista no debe tener ni historia ni futuro” (Bion, 1967:17). De ello se deriva la conocida recomendación bioniana de trabajar sin memoria ni deseo, que formula así: “La suspensión de la memoria, el deseo, la comprensión y el sentido de las percepciones” (Bion, 1970:43), “porque el único punto de importancia en cada sesión es lo desconocido” (Bion, 1967:17). Por lo tanto, de ahí la importancia de ir siguiendo cada momento de esa interacción, para ir captando los movimientos emocionales, los cambios que tienen lugar en el paciente y en el analista.
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Bion creó el concepto de "contención" para describir la capacidad del terapeuta para contener y comprender las emociones y experiencias del paciente en el momento presente. La contención implica que el terapeuta debe ser capaz de "sostener" las emociones del paciente sin juzgar o interpretar prematuramente, lo que permite una mayor comprensión de la experiencia presente y una mayor capacidad para trabajar con ella.
Para Bion, la contención es un requisito esencial para el proceso terapéutico, ya que permite que el paciente se siente seguro y protegido para explorar y expresar sus sentimientos y pensamientos más profundos. La contención también implica que el terapeuta está dispuesto a aceptar los pensamientos y sentimientos del paciente, incluso aquellos que son incómodos o desagradables para el terapeuta.
En la teoría de Bion, la contención también está relacionada con la noción de "elementos beta". Estos elementos se refieren a las emociones y sensaciones que aún no han sido procesadas o encontradas por el paciente, y que pueden ser desorganizadoras para la mente del paciente. Bion creía que el terapeuta debía ser capaz de contener estos elementos beta para permitir que el paciente los procesara y los integrara en su experiencia emocional.
En resumen, aunque son enfoques diferentes, la terapia Gestalt y la teoría de Bion comparten algunas ideas y conceptos centrales que los unen. Por ejemplo, ambos se centran en el presente y en la experiencia inmediata del individuo, y valoran la importancia de la relación terapéutica en el proceso de curación.
Bion también resaltó la importancia del proceso emocional y del diálogo entre el terapeuta y el paciente, aspectos que también son esenciales en la terapia Gestalt. Además, ambos enfoques enfatizan la importancia de la exploración de las emociones y las experiencias subjetivas, y reconocen que la integración de partes separadas de la personalidad es fundamental para la curación.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.