Alimentación y fisioterapia, un aspecto relegado
Estamos en pleno siglo XXI pero la atención que se le da a la alimentación por parte de los ciudadanos y ciudadanas no es la adecuada. Está más que comprobada la relación entre una buena alimentación y las condiciones físicas para un óptimo desarrollo de las habilidades de hombres y mujeres, infantes, adolescentes o en etapa adulta. Sin embargo, los tiempos actuales impiden que la gente pueda, en su mayoría, detenerse a prestar atención a las necesidades alimenticias y de ejercicios y técnicas de fisioterapia.
Si bien la alimentación sana está entendida como una clave para el tratamiento de enfermedades como la obesidad, la anorexia nerviosa o la bulimia, todavía no se ha prestado suficiente atención a una dieta saludable para evitar problemas como la osteoporosis, la artrosis, las tendinitis recurrentes o las roturas de ligamentos. Por eso se insiste desde el área de fisioterapia en obtener un diagnóstico y una serie de recomendaciones multidisciplinares a la hora de trabajar sobre estas dolencias.
¿Cómo es la alimentación actual?
La dieta actual de gran parte de la población incluye muchas calorías pero pocos nutrientes. Es una dieta de baja calidad, y por eso aumenta la necesidad de minerales y vitaminas. El metabolismo no puede asimilar la energía de forma adecuada si no hay una ingesta apropiada de vitaminas y minerales además de las proteínas, grasas e hidratos de carbono.
La vida sin vitaminas sería imposible ya que el organismo terminaría rechazando o desperdiciando la energía que se consume al ingerir los alimentos. Por eso, la importancia de una dieta equilibrada. En cuanto al trabajo desde la fisioterapia, una buena alimentación garantiza que el cuerpo tenga la energía y los recursos necesarios para la realización correcta de los ejercicios, masajes y demás consideraciones del experto fisioterapeuta para tratar cada una de las dolencias.
La alimentación y las articulaciones
Las articulaciones en sí, son engranajes sin forma. Con el paso del tiempo se van suavizando y esto implica que pueden deslizarse unas sobre otras, ocasionando dolores, lesiones y movimientos que terminan perjudicando la calidad de vida del paciente. Por eso la correcta alimentación es fundamental para lograr que las articulaciones, músculos y tendones estén en buena forma.
De lo contrario, un problema químico nacido de la insuficiencia para sintetizar y utilizar proteínas, vitaminas o elementos esenciales (como el magnesio, el calcio o el fósforo), terminan ocasionando problemas de tipo mecánico. En esta relación tan estrecha entre la alimentación y la fisioterapia es donde los profesionales deben trabajar para poder acercarle a los pacientes alternativas que los ayuden a encarar mejor la alimentación y un estilo de vida saludable.
Al final del día, el tratamiento multidisciplinar en fisioterapia implica esto. Tener en cuenta otros rasgos de la medicina como la nutrición y la salud mental que ayudarán a enfocar mejor las soluciones y alternativas para cada tratamiento puntual.