Utilizando antibióticos naturales, reforzamos el sistema inmunológico y evitamos los efectos secundarios que los antibióticos sintéticos pueden provocar. Veamos cuales son sus ventajas:
• No atacan la flora intestinal.
• No generan resistencia.
• Actúan de forma preventiva y prácticamente no generan efectos secundarios.
• Actúan contra bacterias, hongos y virus.
Miel
Fuente: Pixabay/stevepb
La miel posee los siguientes minerales: calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio.![](http://estag.fimagenes.com/img/4/3/D/G/q/3DGq_900.jpg)
Posee además vitaminas del complejo B, vitaminas C, D, E y una variedad considerable de antioxidantes.
Se ha comprobado que la miel ataca las bacterias resistentes y presenta mayor eficacia que la medicina convencional para el tratamiento de la sinusitis crónica.
Por tal motivo, también es muy buena para el tratamiento del resfriado común.
Ajo
El ajo posee los siguientes minerales: hierro, calcio, potasio, yodo, zinc, magnesio y fósforo.
Posee vitaminas del complejo B (B2, B3, B5, B6, B7, B9, B12) y las siguientes: C, D, E y K.
Gracias a su principio activo que se manifiesta al cortarlo o machacarlo, la "alicina", este proporciona un efecto antiinflamatorio, antibacteriano y antifungicida.
Reduce el riesgo de enfermedades coronarias y además previene el daño causado por los radicales libres.
Existen investigaciones recientes que demuestran que el consumo diario de ajo, reduce la posibilidad de contraer un resfriado a la mitad.
Cebolla
En la cebolla podemos encontrar nutrientes como el potasio, fósforo, selenio, magnesio y calcio. La misma se compone de un 90% de agua y es muy rica en fibra.
Es muy buena para combatir infecciones respiratorias, y dada su alta concentración de azúfre, posee acciones antiinflamatorias y antiasmáticas.
Dada su importante acción diurética, disminuye la inflamación renal y es muy efectiva para tratar infecciones como la cistitis y para combatir parásitos intestinales.
Jengibre
Esta planta posee un alto contenido en fibra y aminoácidos.
Además, posee ácidos como el ascórbico (antioxidante) y ácidos linoleico y alfa-linoleico, los cuales son muy importantes para nuestra nutrición, debido a que forman parte de la serie de ácidos grasos omega-3.
Las vitaminas B y C, así como el fósforo y el calcio también están presentes en este tubérculo.
El jengibre es muy utilizado para tratar infecciones del aparato digestivo como la gastritis, infecciones intestinales e infecciones de la garganta.
El tomillo
El tomillo posee las siguientes propiedades: antibacteriana, expectorante, antiinflamatoria, antiséptica, digestiva, mucolítica, antioxidante, antifúngica, y diurética.
La infusión del tomillo mejora los síntomas de catarros y gripes, favorecindo la eliminación de mucosidad de las vías respiratorias.
Por otra parte, es excelente para mejorar infecciones tales como prostatitis, uretritis, vaginitis y cistitis.
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