Escribirlo ha sido duro no solo por darme cuenta del nivel de tontería al que llegamos a veces las personas, y en este caso, sobre todo las mujeres; sino también por las cosas tan terribles que he visto y leído por la red para documentarme.
¿Eres tonta o te lo haces?
Introspección retrospectiva
Aún recuerdo la lata que le daba a mi amiga Aurora cuando éramos adolescentes con aquel hueco que se le formaba entre las piernas.
Miraba las piernas de mi amiga y pensaba en las mías y cómo la cara interna de mis muslos se rozaban a veces de forma realmente molesta, como cuando iba a la playa o la piscina.
Yo no es que hubiera sido una niña gorda, solo hubo un corto período de mi infancia donde estuve gordita y fue con unos 7 años, pero tampoco fui nunca una de esas niñas con aspecto delicado y grácil. Era de las que destacaba en Educación Física, de las que jugaba con los niños a los juegos más brutos y con la que estos no querían tener problemas porque tenía fuerza y no se cortaba un pelo en usarla.
Así que solía pensar que yo no tenía ese hueco porque me sobraban muslos, a lo cual no ayudó que cuando tenia 10 años, mi madre me obligó un día a ir en falda al cole (lo cual yo odiaba porque no me permitía hacer el cafre con total libertad) y un compañero me dijera que tenía las piernas de un futbolista.
Aunque normalmente me guardaba mi pensamiento, a veces se me escapaba y le decía a mi amiga Aurora:
"Me encanta ese hueco que se forma entre tus piernas. ¿Por qué a mí no se me forma? Tengo las piernas gordas".
Y Aurora, después de haber oído este comentario varias veces me dijo un día cansada (más o menos que de esto hace ya muchos años):
"¡Qué pesada! Yo qué sé por qué lo tengo y tú no. Pero en el conservatorio la profesora no quiere ver ese hueco. Me hace apretar las piernas un montón para que no haya hueco. Así que tú lo tendrías fácil".
Por supuesto, a mí aquello no me consolaba en absoluto. Es más, era peor porque yo quería ir al conservatorio de danza y no podía. ¡Pero si tenía los muslos perfectos para ser bailarina!
Menos mal que con los años, el adiós a la adolescencia y la ganancia de un poco más de coherencia se nos quitan esas tonterías...
¿O no?
Durante mucho tiempo esta preocupación había dejado de tener cabida en mi cabeza y en mi mundo, sobre todo porque me había dado cuenta de que mis piernas eran, y aún son, fuertes y eso me daba ventaja en algunas cosas. Pero entonces, hace un año o así me topé en la red con una expresión en inglés:
THIGH GAP
(Pronunciado: /?a? gæp/)
Lo que viene a ser en español: hueco entre los muslos.
Al principio me hizo gracia la cosa.
O sea, que ese anhelo un tanto absurdo que tenía yo de adolescente no era solo cosa mía, lo compartían cientos de miles de jóvenes más.
Hasta que lo cómico se convirtió en preocupación y luego en horror conforme iba viendo cosas por la red y me daba cuenta del grado de estupidez humana.
¿Y qué es el thigh gap?
Pues como te he adelantado ya, no es más ni menos que el hueco que se forma entre los muslos. Pero si la cosa en principio es banal, parece ser que se ha desarrollado todo un ensayo teórico sobre las características que debe tener un perfecto thigh gap:
"Si tienes los pies juntos y entre tus muslos hay una separación de 2 cm., eso se llama thigh gap".
Entonces es cuando empiezo a buscar por la red y allí donde mire, Google, Instagram, Tublr, Facebook, Twitter, Pinterest, encuentro infinidad de fotos etiquetadas con el ashtag "thighgap" donde las chicas lucen con orgullo ese hueco que las hace sentir parte de una especie de club selecto.
Pero lo peor no es esto. Lo peor es cuando me doy cuenta del submundo que hay detrás.
Jóvenes matándose lentamente de hambre, deprimiéndose, odiándose a sí mismas y lo más impactante, incluso autolesionándose por unos estándares de belleza absurdos que conducen a desórdenes alimenticios que se camuflan bajo nombres de mujer. (No es mi intención promover nada de esto, así que ni enlazaré ni diré qué nombres reciben estos grupos).
Para colmo, el mass media no ayuda en absoluto y se practica la doble moral. Se llenan páginas y webs de revistas promoviendo un estilo de vida sano y pagan a famosas para decir "basta ya" a chorradas como esta.
Sin embargo, de la misma forma encuentras en sus contenidos "entrenamiento para lucir un thigh gap", "ejercicios para tener un thigh gap", "dietas para reducir los muslos" o limitan los trabajos solo a modelos y actrices capaces de entrar en tallas más propias de niñas de 8 años.
Y los edictos de la moda...
¡Ay la moda!
No podría decir que no me gusta la moda. Me encanta porque me parece otra forma de expresión artística. Pero a la vez la desprecio por esos cánones tiránicos e irreales que en la mayor parte de los casos, vienen impuestos por gente que en su vida ha encajado o encajará en ellos.
¿O acaso el Kaiser se parece remotamente a alguno de sus modelos?
A veces pienso que esos cánones absurdos obedecen a los turbios anhelos y frustraciones de unos cuantos que mueven largos y fuertes hilos y que se encargan de que sean contagiados al resto de la sociedad para así no sentirse unos perturbados/as.
Entonces ocurren pifias como estas:
La verdad nos hará libres...
Porque la verdad tiene el poder de liberarnos...o no, claro, porque siempre está quien prefiere no verla. Y lo cierto es que ese hueco entre los muslos tiene distintas razones de ser:
Razón 1: Tienes la musculatura aductora de una amazona.
Es decir, la musculatura de la cara interna de tus muslos está desarrollada. Algo muy habitual en muchísimas mujeres (y hombres) que practican deportes, sobre todo deportes que implican desplazamientos laterales como la esgrima, el esquash, el tenis o deportes que desarrollan mucho las piernas como la carrera de velocidad.
¿Ves esta guapísima mujer con esas piernas tan sexys?
Pues esta mujer es Shelly-Ann Fraser Pryce, oro olímpico 2012 en 100 m. y sus muslos son así:
¿Tú ves algún hueco entre esos muslos? Yo no.
Y estoy más que segura de que esta belleza de mujer tiene unas piernas tan duras y en forma que podría romper con ellas, nueces y también algunos cuellos de diseñadores y publicistas sociópatas.
Pero pensarás:
"Sí, claro, pero es que ella es una atleta".
Vale, pero ¿y qué me dices de las piernas de Beyonce?
Ahí tampoco hay thigh gap, y no por eso deja de ser una mujer bella, sexy y con éxito, independientemente de que nos guste más o menos su tipo de cuerpo.
Otras macizas sin el hueco de la controversia:
Y más...
Razón 2: Tienes muy poco tono muscular en la cara interna de los muslos y tiendes a acumular grasa en esa zona.
Si este fuera tu caso, solo necesitas llevar una alimentación sana y hacer ejercicio. Pero olvídate de esa falsa idea de que con unos cuantos ejercicios específicos para muslos vas a tener unas piernas firmes y contorneadas. Como ya te he explicado en más de una ocasión (una y dos), no se puede eliminar grasa de una zona específica a menos que sea con procesos médico-estéticos.
La pérdida de grasa es un proceso general que depende de tu predisposición genética.
Yo, por ejemplo, a pesar de tener la cara interna de los muslos fuerte, tiendo a acumular la poca grasa que tengo en esa zona y en la cintura. Así que aunque me situase bajo los mínimos de grasa saludable, siempre habrá un poco en esas zonas.
En cualquier caso, siempre, siempre, siempre, una alimentación sana y un poco de ejercicio a diario beneficiará enormemente tanto a tu salud como a tu aspecto físico.
Razón 3: Estructura ósea.
Y esta es la razón determinante que condiciona además a las dos anteriores. El thigh gap depende sobre todo de cómo se estructuran tus huesos de las caderas.
La radiografía 1 muestra unas caderas anchas y unos fémures más separados, por lo que en conjunto, la cintura pélvica en más ancha.
En la radiografía 2 se observa cómo las caderas son más estrechas, por lo que los fémures están más juntos y en conjunto la cintura pélvica es más estrecha.
En cualquier caso y teniendo en cuenta que ni tengo formación en fisioterapia ni medicina, queda mejor explicado en este vídeo (aunque está en inglés se entiende en general por las imágenes).
Si eres de las que tienen las caderas estrechas y suspiras por tener un hueco entre tus muslos hazte estas preguntas:
¿Serás más respetada por ello?
¿Serás más querida por ello?
¿Te dará mejores oportunidades de trabajo en tu vida?
¿Crees que mujeres como Madame Curie, Virginia Woolf, Juana de Arco, Frida Khalo o Marilyn Monroe son lo importantes que son por sus thigh gaps?
Evidentemente no.
Tanto si tienes unas caderas anchas y un thigh gap, como si tienes unas caderas estrechas y tus muslos se tocan, estoy segura de que ninguno de los dos casos va a ser determinante de casi nada relevante en tu vida.
Lo que cuenta al final del día es tu salud, tu mente y tu corazón.
Así que dejémosnos de tonterías y empecemos a disfrutar de la vida y de las cosas verdaderamente importantes.
Un besazo
Ana
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Fotos:
Mind the gap: wikipedia
Chicas mostrando thigh gap: Instagram y Tumblr (no cito fuentes por el tipo de contenidos)
Thigh gap photoshop fail 1: Today Health
Thigh gap photoshop fail 2: Stuff
Shelly-Ann Fraser-Pryce 1:desconocido
Shelly-Ann Fraser-Pryce 2: Prensalibre
Beyonce: desconocido
Famosas sin thigh gap: Oh not they didn"t
Estructura ósea de las caderas: smells like girl riot