Cuidarnos por dentro pero también por fuera, porque el camino es bidireccional. En mis sesiones individuales de coaching estoy muy acostumbrada a verlo. Sobre todo es muy típico de nosotras, las mujeres, que empezamos a cambiar por fuera para empezar a hacer cambios por dentro.
Es como si necesitáramos, por un lado, empezar a vernos mejor, más guapas, y por otro el subidón que te da comprobar que puedes hacerlo. Si podemos empezar a cambiar y mejorar nuestra alimentación, nuestros hábitos de vida, nuestras rutinas y vemos cómo estos cambios impactan en nuestra imagen, se despliega un proceso interno que nos llena de energía para acometer otros retos sucesivos. Empezamos a reorganizar nuestras relaciones, retomar hobbies e incluso nos atrevemos a cambiar de actividad laboral en la medida de nuestras posibilidades.
He visto personalmente a mujeres que pierden un poco de peso, porque empiezan a cuidar su comida y a moverse más, que, al sentirse mejor, han reunido el coraje para emprender cambios internos que llevaban años posponiendo.
Al final aprender a cuidar de nosotras es una tarea de toda una vida. Cuando somos pequeñas delegamos esta función en nuestros progenitores, cuando vamos creciendo nos olvidamos, nadie nos enseña a asumir esa responsabilidad y ese derecho, si además nos quedamos embarazadas, esa responsabilidad de cuidar de nosotras se diluye en favor del cuidado de la familia y, en el futuro, de nuestros padres. Las mujeres somos cuidadoras natas.
No hay nada que tenga más impacto en nuestra calidad de vida que aprender a escuchar nuestras necesidades, atender a nuestros específicos y personales deseos y luego adquirir las herramientas para perseguir nuestros sueños.
Para nosotras este es el tejido del que se compone la belleza, el bienestar y la salud. Y por esta razón te animo a emprender este apasionante viaje al centro de ti misma. Porque va a ser el proyecto más importante de tu vida, el más apasionante e intransferible y el que sin duda más beneficios va a tener para ti y para los demás.
Te lo voy a decir alto y claro: quiero verte entre el grupo de mujeres que asuman este reto. Y quiero que estés de manera egoísta. Porque cuántas más seamos, estaremos ayudando a construir un mundo más feliz y más consciente para todos. Cuando nuestro entorno (hijos, novios, maridos, padres, amigos) vea que dedicamos tiempo y cariño a aprender a cuidar de nuestra persona, se crea una onda expansiva beneficiosa para todos.
Así es que aquí te esperamos, Lucía y yo, como siempre con los brazos abiertos. No tienes más que hacer click sobre la siguiente imagenpara acceder a toda la información de este nuevo reto que empieza en muy pocos días.
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El post es original de Comienzo hoy, escuela de vida.