¿El triunfador nace o se hace? Muchos pensarán o dirán que el triunfador nace y yo respeto su opinión, pero aún teniendo en cuenta que cada uno tiene unas capacidades y uno dones especiales, yo soy de los que afirman que el triunfador se hace. Todos hemos nacido para ganar, pero hace falta querer ganar y estar dispuesto a aceptar los sacrificios que esa decisión conlleva: preparación, formación, trabajo, esfuerzo, pasión, confianza, constancia, perseverancia, paciencia, generosidad...
Se triunfa, triunfando. Pero triunfando en cada una de las acciones que requiera la consecución de cualquier meta, objetivo o proyecto de vida.
No, no penséis que esto es sólo una cuestión de ganar dinero o de tener éxito profesional, el triunfo es como persona en todos los ámbitos de la vida. El triunfo como persona es el que te hará sentirte orgulloso con tu vida y el que te hará salir por la puerta grande.
De nada sirve ser primer ministro, presidente o la persona más rica del mundo si has fracasado como persona. El verdadero triunfador es ése en el que vengo insistiendo en mis más de 100 artículos, ése que sube al gran podio de los triunfadores, ése en el que en su proyecto de vida ha seguido un camino firme preocupándose de los valores y haciendo grande a toda persona a su encuentro.
(Recomiendo el artículo de @fatimabril "El mejor regalo que puedes hacerte")
Porque muchos llegan a conseguir grandes objetivos pero, ¿cómo han llegado? ¿De verdad podemos considerar triunfador a alguien que ha apartado a empujones a todo aquel que se ha interpuesto en su camino? ¿A aquel que actuado egoístamente sin pensar en los demás? ¿A ése que no ha tenido sus oídos abiertos para escuchar al que lo necesitaba? ¿Al que no se para nunca a pensar en los daños "colaterales"?
No amigos, no. Para ser un verdadero triunfador hay que salir al mundo regando la cantidad de jardines que encontremos a nuestro paso y hacerlos que florezcan. Solamente crecerán flores a nuestro alrededor cuando nos paremos a cuidar y regar todas y cada una de nuestras plantas.
El triunfo exige esfuerzo, mucho esfuerzo, un esfuerzo que requiere detenerse a pensar qué clase de jardín, de puente, de carretera, de rascacielos, de empresa, de equipo, de amistad, de amor y de vida, queremos construir. Y una vez se tenga esto claro, como decía al principio, aceptar los sacrificios que esa decisión conlleva: preparación, formación, trabajo, esfuerzo, pasión, confianza, constancia, perseverancia, paciencia, generosidad...
Pero no tengáis miedo, nadie nace sabiendo. La pasión lo puede todo. Tu triunfo estará asegurado si sigues uno a uno los pasos que te conducirán al éxito y en tu proyecto de vida dejas que te acompañen las personas.
Os puedo asegurar que de quien más he aprendido en mi camino por la vida ha sido de las personas con las que me he cruzado: en el entorno familiar, en mis estudios, en mi trabajo, en la calle... Actualmente mi mayor satisfacción en el ciclo de charlas que vengo dando sobre ilusión, ánimo y motivación, es el agradecimiento de la gente y su continua y creciente asistencia contagiándonos mutuamente nuestros sentimientos. La satisfacción más grande es cuando alguien se acerca y te dice "muchas gracias me han ayudado mucho tus palabras".
El triunfo nunca se consigue sólo, tiene que venir acompañado de personas. El verdadero triunfador no puede apartar las personas de su camino, más bien debe hacer el camino con ellas. Las personas siempre transmiten y te hacen triunfar, pero para ello tienes que sembrar semillas a su alrededor que harán crecer esas importantes raíces que darán como resultado el maravilloso fruto.
No te levantes pensando en si éste será un buen año, levántate sabiendo que dependerá de ti el que sea un buen año, dependerá de ti que seas un triunfador, dependerá de ti que las personas que caminen a tu lado se sientan grandes e importantes.
El verdadero triunfador, siempre considerará a las personas parte muy importante de su triunfo.En este nuevo año, recibid mi mejor DESEO DE FELICIDAD PARA TODOS y mi agradecimiento por ser parte de mí.